■ Estudian en universidad de Israel rastros hallados en el río Jordán
Los humanos, capaces de encender fuego desde hace más de 790 mil años
■ La habilidad los ayudó a emigrar desde África a Europa; se sintieron seguros para poblar otros territorios, revela arqueóloga
Jerusalen, 27 de octubre. Un nuevo estudio sostiene que los humanos tienen la capacidad de encender el fuego desde hace casi 790 mil años, habilidad que los ayudó a emigrar desde África a Europa.
Mediante el análisis de pedernales encontrados en un sitio arqueológico en la ribera del río Jordán, investigadores de la Universidad Hebrea de Israel descubrieron que las primeras civilizaciones aprendieron a encender fuego, momento crucial que les permitió aventurarse hacia tierras desconocidas.
Un estudio anterior del sitio, publicado en 2004, mostró que el hombre había sido capaz de controlar el fuego –por ejemplo, transfiriéndolo mediante el uso de ramas encendidas– en ese temprano periodo histórico.
Pero los investigadores ahora dicen que el hombre de la antigüedad podía encender el fuego por sí mismo, en lugar de depender de fenómenos naturales como la caída de rayos.
Esa independencia lo ayudó a organizar la migración hacia el norte, indicaron los expertos.
El nuevo estudio, dado a conocer en una edición reciente de la publicación Quaternary Science Reviews, trazó el mapa de 12 estratos arqueológicos en Gesher Benot Yaaqov, en el norte de Israel.
“Los nuevos datos muestran que hubo un uso continuo y controlado del fuego a través de varias civilizaciones, y que éstas no dependían del que proporcionaba la naturaleza”, dijo el domingo la arqueóloga Nira Alperson-Afil.
Constante en 12 civilizaciones
Aunque no se hallaron restos de fósforos o mecheros primitivos, Alperson-Afil dijo que los modelos de pedernales encontrados en el mismo lugar, empleados por 12 civilizaciones, indicaban la habilidad de proveer fuego, aunque los métodos para hacerlo no estaban claros.
Debido a que el sitio se ubica en el valle del Jordán –ruta clave entre África y Europa–, esto aporta evidencia de la migración humana, agregó la experta.
“Una vez que dominaron el fuego para protegerse de los depredadores y para dar calor y luz, estaban suficientemente seguros para avanzar y poblar territorios que no les eran familiares”, dijo Alperson-Afil.