■ El conjunto de la UNAM sumó su sexto partido sin triunfo y complica su clasificación

Empatan Indios y Pumas; Tuca Ferretti admitió que pesa la ausencia de Leandro

■ Los de Ciudad Juárez acumulan tres igualadas al hilo

■ Un punto siempre sirve: Héctor Eugui

Carlos Hernández

Al minuto 60, cuando Pumas perdía 0-1 ante unos Indios que llegaron a CU como víctimas seguras, de la tribuna surgió el grito que resumió el sentir general: “¡Venga Leandro, venga Leandro!”

Y el aludido Leandro Augusto observaba, como todos, la impotencia felina para superar al equipo que ocupa el sótano de la tabla porcentual.

El conjunto de la UNAM agudiza cada vez más lo que podría llamarse su leandrodependencia. Ayer logró el empate a uno, pero sólo cuando el rival se quedó en inferioridad numérica, y alargó a seis partidos su racha sin victorias.

El técnico Ricardo Ferretti, en la conferencia posterior, no quería detallar las carencias de su equipo –“sólo se las voy a decir a mis jugadores”–, pero al final tuvo que admitir que les pesa demasiado la ausencia del lesionado volante.

“Para disparar de media distancia se requiere de un jugador de esas características, ¿y nosotros lo tenemos?... porque Leandro...” Fue el reconocimiento público que Tuca no quería hacer, pero que resulta evidente.

Los universitarios tienen saldo de tres empates y tres derrotas en sus recientes duelos y con sus 19 puntos se rezagan sus posibilidades de clasificar a la liguilla.

Por su parte, el equipo de Ciudad Juárez liga tres igualadas consecutivas y con sus 13 unidades en 14 juegos sigue en el último lugar en la lucha por el no descenso.

El estadio México 68 registró aceptable asistencia, incluida una porra visitante en buen número, por venir desde tan lejos.

El conjunto universitario dominó los primeros minutos, pero la mejor ocasión fue para el uruguayo Juan Curbelo, al minuto 13, cuando no supo qué hacer con el esférico al enfrentar a un solitario Sergio Bernal y mandó centro impreciso.

Por ahí del minuto 25 surgieron algunos silbidos ante el escaso espectáculo. El equipo de Héctor Eugui tenía el control del balón, pero se limitaba a dar pases intrascendentes, mientras en las filas auriazules Darío Verón mandaba balonazos infames, Palencia luchaba inútilmente y Dante López sumaba yerros.

Pumas creó peligro al 35 gracias a un error en la salida del defensa Javier Malagueño, pero Palencia mandó tiro al poste derecho de Cirilo Saucedo y el rechazo tampoco fue aprovechado.

Los equipos fueron despedidos con merecidos silbidos y abucheos en el medio tiempo.

Para el complemento el Tuca apostó por los ingresos de Ismael Íñiguez y Juan Carlos Cacho, pero la visita se adelantó con un gol fortuito.

Al minuto seis, Saucedo mandó un largo despeje por el centro, en busca del solitario Ezequiel Maggiolo, quien peleó el balón con tres zagueros y mandó tiro sorpresivo a la izquierda de Bernal, para el 1-0.

Tres minutos después Tomás Campos estuvo cerca de anotar un golazo, al enviar un disparo sorpresivo desde media cancha. El balón pasó cerca del travesaño, ante lance desesperado de Bernal.

Pumas respondió con tímidos acercamientos y entonces surgió el grito de añoranza para Leandro.

El árbitro Gabriel Gómez se puso la camiseta visitante al no marcar un penal cometido por Edwin Hernández sobre el Cachas Íñiguez, pero luego se mostró localista al mostrar su segundo cartón amarillo a Campos, quien había caído al césped por intercambio de manotazos, al 76.

Indios perdió el orden que había tenido y recibió el empate dos minutos después. En jugada de córner, Cacho prolongó con la cabeza al área, donde Fernando Morales llegó puntual a la cita y con otro testarazo rescató el 1-1.

Después el duelo se convirtió en un auténtico frontón sobre la meta visitante y sólo hubo un tiro de Martín Bravo que pasó cerca del larguero.

El cuadro de Ciudad Juárez destacó el punto conseguido. “Es importante no perder de visitantes”, dijo Edwin Santibáñez, mientras Saucedo señaló: “nos vamos tranquilos porque fue un partido muy sufrido”, y el técnico Eugui dijo ser feliz al dirigir a un equipo que muestra entrega, y definió: “Un punto siempre sirve”.

Ferretti, además de admitir su nostalgia por Leandro, se mostró “muy preocupado” porque no pueden superar a los equipos que se encierran en CU.

“En el segundo tiempo ellos sólo tuvieron un tiro a gol y anotaron. Por eso nosotros tenemos que cambiar... pero el que jugó un poquito de futbol sabe que con un equipo encerrado en su área no hay espacios y es más fácil destruir que construir, pero es lo que ya dije: el futbol mexicano propicia ser mezquino”, expresó.