■ Inversionistas cercan playas y cierran un camino prehispánico
Pobladores de Chacala temen un nuevo despojo
■ Un secreto, la identidad de los empresarios que se apropian de tierras
■ Pescadores y prestadores de servicios turísticos podrían quedar aislados
Ampliar la imagen Inversionistas cuya identidad se desconoce compraron y cercaron 38 hectáreas de playas en Chacala, Nayarit. Pescadores y prestadores de servicios turísticos advirtieron que no permitirán quedar aislados de su zona de trabajo Foto: Jesús Narváez
Chacala, Nay., 27 de octubre. Inversionistas privados cuya identidad se niegan a revelar el municipio de Compostela y el Fideicomiso Bahía de Banderas (Fibba) compraron 38 hectáreas de playas y otros terrenos.
Desde julio los vecinos de Chacala han ido de una sorpresa a otra: primero los nuevos dueños cercaron la zona para impedir a turistas y moradores el paso al mar; después cerraron el tránsito del camino real que los pobladores han usado desde antes de la Colonia. Mientras las autoridades callan, la gente se une.
“Esta vez no permitiremos que nos cierren más salidas al mar, que nos dejen sin tierra y sin cumplir las promesas de desarrollo, como hace cada gobierno estatal desde hace tres sexenios”, advirtió José Romero Bernal, presidente de la Alianza para la Protección de la Costa de Chila.
Apoyados por organizaciones civiles como Mujeres Unidas por Bahía de Banderas, Alianza Jaguar, Grupo Ecológico de la Costa de Chila, Casa de la Mujer Campesina y Mujeres Unidas por Chacala, los habitantes de este poblado del municipio de Compostela, considerado uno de los destinos con las playas más hermosas y de mayor conservación ecológica en la entidad, preparan “una defensa que impida un nuevo despojo”.
Este poblado de unos 500 habitantes –la mayoría pescadores, restauranteros y prestadores de servicios turísticos–, ubicado en un bahía de poco más de dos kilómetros de longitud, “ha sido golpeado y despojado con promesas falsas de traer desarrollo para todos”, recordó Romero Bernal.
En 1998 Gilberto Martínez, secretario de Finanzas del gobierno de Rigoberto Ochoa (dueño de una casa en Chacala), fue acusado de maniobrar con autoridades ejidales para adquirir terrenos baratos y construir un rancho con una laguna artificial y ganado de alto registro.
Al llegar Antonio Echevarría Domínguez a la gubernatura (1999), Martínez fue acusado de enriquecimiento ilícito y encarcelado. Salió al cabo de unos meses y el rancho sigue junto la carretera que lleva a Chacala.
En 2000, durante el sexenio de Echevarría, el Fibb (que compró a muy bajo precio tierras junto al mar en los municipios de Bahía de Banderas y Compostela, en el sur de Nayarit, “para desarrollarlas”) vendió a inversionistas privados predios a un costado de Chacala, en la zona conocida como Chacalilla. Después de una lucha legal y movilizaciones, unos 200 pescadores fueron indemnizados y hoy se les impide pasar por esa zona para llegar al embarcadero.
“Con Ney González Sánchez en el gobierno estatal, vienen y nos dicen que ya fue vendida otra zona pegada a las playas”, afirmó Romero Bernal.
“Únicamente sabemos que nos encerraron (con cercos de alambre alrededor del poblado), pero no nos han explicado nada ni nos han mostrado algún proyecto. No sabemos si nos van a dejar meternos al mar o nos van a poner un muro donde terminan los restaurantes”, añadió.
“No queremos que suceda lo que en Chacalilla, a cuyos habitantes encerraron entre dos muros y nunca les cumplieron las promesas de construirles iglesia, plaza y otras cosas.”
Enrique del Valle, propietario del hotel Majahua, narró: “En julio llegaron trabajadores encabezados por Héctor García de Alba Cortés, quien dijo representar a la empresa que compró 38 hectáreas, desde el camino que conduce de la carretera 200 (que va a Puerto Vallarta) hasta la playa.
“Tras negarse a dar el nombre de la empresa, ordenó a los trabajadores que cercaran con valla metálica todo el costado del camino, y los límites de su terreno con la playa. Taparon el paso al camino real que conduce a las playas, e impiden el paso hacia el mar en unos 500 metros de los mil que mide la playa de Chacala”, indicó.
“El camino real que bloquearon ha sido utilizado históricamente para llegar a la playa,. Era la entrada principal al puerto de Chacala desde la época prehispánica. Por él pasó Hernán Cortés de San Buenaventura y salió el padre Kino para embarcarse hacia las Californias”.
Carmen Ramírez Bocardo, presidenta de la organización civil Mujeres Unidas por Chacala, mostró tres cartas (dos dirigidas al gobernador, los días 13 y 23 de agosto, y una al presidente Felipe Calderón, del 27 del mismo mes), en las cuales menciona datos históricos del camino real por donde además “transita nuestra virgen en su procesión a su Ermita del Camino, y desfilan nuestros hijos en las fiestas patrias”.
En el mismo documento señaló: “Hay temas de interés, independientemente del proyecto de que se trate: salidas al mar, área de estacionamiento para autobuses y coches, servicios públicos, respeto a la naturaleza, a nuestros programas de limpieza y al desarrollo de nuestra actividad turística”.
Ninguna de las misivas ha recibido respuesta de autoridades estatales o federales.