■ Fin a 8 años de cautiverio; suman 22 los secuestrados que recuperan su libertad este año
Ayudado por un desertor, escapa de las FARC el ex congresista Lizcano
■ La fuga, gracias a la presión del ejército sobre el comando que lo vigilaba: ministro de Defensa
Ampliar la imagen El ex congresista Oscar Tulio Lizcano, que estuvo secuestrado ocho años por las FARC, llega a una base militar en Cali, Colombia, custodiado por soldados y el ministro de Defensa, Juan Manuel Santos (a la izquierda). El político fue sometido inmediatamente a exámenes médicos Foto: Reuters
Ampliar la imagen El desertor de las FARC conocido con el alias de Isaza, al llegar ayer a Cali, Colombia Foto: Ap
Cali, 26 de octubre. El ex diputado Óscar Tulio Lizcano acabó hoy con ocho años de cautiverio a manos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), después de caminar durante tres días por la selva del departamento del Chocó, fronterizo con Panamá, acompañado por un guerrillero que desertó de las filas insurgentes y se encargaba de custodiar al político.
Las primeras versiones difundidas por la radio colombiana indicaron que el ex congresista y el guerrillero, cuyo seudónimo es Isaza, encontraron a las ocho de la mañana a soldados que patrullaban Chocó, en oeste del país, pero más tarde, en una conferencia de prensa en Cali, el ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, atribuyó la fuga de Lizcano a la “presión” que ejerció el ejército en semanas recientes sobre el comando que retenía al ex legislador.
Según Santos, la liberación del político dejó saldo de ocho guerrilleros muertos y la captura de otros seis en una zona próxima a la localidad de San José del Palmar.
Con la fuga de Lizcano aumentó a 22 la cantidad de rehenes de las FARC que obtienen este año su libertad, ya sea porque lograron escapar, porque fueron entregados por la organización mediante la intervención del presidente venezolano, Hugo Chávez, o por la acción del ejército, como en el caso de Ingrid Betancourt, quien fue secuestrada en 2002 cuando hacía campaña presidencial.
Lizcano es un político de larga carrera legislativa y administrativa, que fue diputado por el departamento occidental de Caldas en el Congreso nacional, concejal y senador suplente, así como secretario de Planeación Departamental. Su hijo Juan Carlos fue retenido tres meses por el Ejército Popular de Liberación en 2006.
Deshidratado y desnutrido
Tras el encuentro con soldados en la selva de Chocó, Lizcano, fue trasladado al mediodía en helicóptero a una base militar de la ciudad de Cali y más tarde fue sometido a exámenes médicos, mediante los que se le diagnosticó deshidratación y desnutrición.
“Mi agradecimiento es a la persona que tuvo la valentía de salir conmigo porque me encontraba muy enfermo, al comandante que tomó esa decisión”, dijo Lizcano en conferencia de prensa al lado de Santos, al pronunciar sus primeras palabras.
Lizcano, de 63 años y oriundo de Caldas –250 kilómetros al oeste de Bogotá– fue secuestrado el 5 de agosto de 2000, es el político que más tiempo llevaba en poder de las FARC y es uno de los rehenes que mantenía comunicación con sus familiares vía radiofónica y mediante mensajes y pruebas de vida que logró entregar con la mediación de terceros, incluida la senadora de oposición Piedad Córdoba.
A comienzos de octubre el gobierno reveló que los servicios de inteligencia del ejército habían logrado interceptar comunicaciones guerrilleras que daban cuenta de que el congresista del Partido Conservador se encontraba enfermo en medio de la selva, por lo que autorizó una misión humanitaria para que lo atendiera.
Santos precisó hoy que la acción de las fuerzas militares gubernamentales sobre la columna de las FARC “Aurelio Rodríguez” fue decisiva en las últimas semanas.
“Comenzó una operación para cerrarle los corredores de movilidad y de abastecimiento a los rebeldes que tenían a Lizcano. Eso empezó a tener efectos, la presión continuó, los abastecimientos no llegaban. Producto de esa presión se escapó Moroco, integrante de la comisión que custodió a Lizcano”, declaró el ministro.
“Moroco se entregó a la policía el 10 de octubre pasado y dio detalles de cómo movían a Lizcano dentro de un perímetro cerca, entre los límites de los departamentos de Chocó y Risaralda. Con esa información nos preguntamos cómo íbamos a hacer una operación más efectiva y si se daban las condiciones de rescatar a Lizcano”, agregó.
Tras conocerse el hecho, el presidente Álvaro Uribe anunció que el guerrillero Isaza recibirá una recompensa y será acogido en Francia con libertades plenas.
Lizcano integró parte de un grupo de 29 secuestrados (tres políticos y 26 militares y policías) que las FARC propusieron canjear en 2007 por unos 500 guerrilleros que están presos en cárceles de Colombia y Estados Unidos.
Además de Betancourt, tres estadunidenses que trabajaban para el gobierno de Estados Unidos, el político Fernando Araújo (quien se desempeñó como canciller en el gobierno de Uribe) y el policía John Pinchao consiguieron su libertad en 2006 y 2007, respectivamente. Cálculos no confirmados por las FARC indican que la guerrilla tiene alrededor de 700 personas en cautiverio.
Políticos de diferentes partidos se pronunciaron hoy por que las FARC liberen a todas las personas que tiene en su poder.
Uno de ellos fue el senador Gustavo Petro, del izquierdista Polo Democrático Alternativo y ex integrante del desmovilizado M-19, quien dijo que es tiempo de que permita la salida de sus campamentos a dos políticos (Alan Jara, ex gobernador del departamento del Meta, secuestrado en julio de 2001, y Sigifredo López, ex diputado de la asamblea departamental de Valle, retenido desde abril de 2002) y 26 uniformados que aún están en poder de las FARC.
“Tengo que decirlo con absoluta claridad, el Polo exige la liberación unilateral y sin condiciones de todos los secuestrados”, dijo Petro.