Cultura y arte a raudales
■ Hoy en la isla no le importa mucho a nadie; el pianista tocó con la sinfónica de Campeche
Cuba y México son los padres del danzón: Romeu
Guanajuato, Gto., 25 de octubre. El danzón pertenece a los pueblos de Cuba y México por igual, ya que lo crearon y engrandecieron compositores de ambos países, expresa el pianista Gonzalo Romeu, autor del programa Danzones de Cuba y México con que la Orquesta Sinfónica de Campeche, dirigida por Eligio Fuentes, se presentó dentro del 36 Festival Internacional Cervantino.
Aunque Romeu está ligado más bien con otros géneros musicales, proviene de una familia de “danzoneros”. Su tío abuelo Antonio María Romeu (1876-1955) dirigió una de las orquestas más grandes de danzón en Cuba, además de ser pianista y compositor. Si hace una década Gonzalo creó el programa de 13 danzones “patrimoniales”, todos mezclados –la Filarmónica de la Ciudad de México lo grabó–, fue en homenaje a esa tradición familiar.
Advierte que no son las piezas que “toca una danzonera para que la gente baile en el parque. La gente baila con el tambor y el bajo, y no importa si la melodía está desafinada. Esto pretende resolverse según las exigencias de la música grande, que se toca en un escenario sinfónico. Hay que resolver muchos problemas técnicos, problemas relacionados con lo mejor que tiene la música que es lo subjetivo: el fraseo y la afinación”.
El programa de danzones casi desde su creación fue acogido por la Sinfónica de Campeche –Romeu y la orquesta han tocado juntos en distintas ocasiones a lo largo de la última década–, lo que le ha permitido al pianista ser testigo de su evolución.
¿A qué atribuye el gusto de los mexicanos por el danzón?
–Aunque no puedo saber por qué, sí puedo decir que para los mexicanos esto no es sólo una manifestación musical, sino que el danzón los convoca socialmente. Los aficionados al danzón en México lo convirtieron en un ritual de carácter social. Y eso, por fortuna, se ha mantenido.
“¿Por qué ha sucedido? No sé, tal vez por el apego a las tradiciones, porque no hay la menor duda que en México en general su gente se ha ocupado de mantener vivas muchas tradiciones.”
–En México el danzón se baila de una manera distinta que en Cuba.
–Podríamos decir que en México los bailadores de danzón lo coreografiaron.
No es una exageración cuando se dice que gracias a México el danzón se mantiene vivo porque, como reconoce Romeu, “hoy día en Cuba no le interesa mucho a nadie”.