■ Piden a legisladores que aumenten los fondos para la enseñanza
Institutos tecnológicos, en situación “crítica” por la falta de recursos
Integrantes del Sistema Nacional de Institutos Tecnológicos (SNIT), afiliados al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), alertaron que enfrentan una situación “crítica y apremiante”, ante la creciente presión por incrementar la matrícula, pero con una dotación “cada vez más limitada de recursos” para satisfacer las necesidades de 19.5 por ciento de la población universitaria nacional que está inscrita en ese sistema de enseñanza.
En un documento presentado a la Comisión de Educación Pública y Servicios Educativos de la Cámara de Diputados, que preside el diputado perredista Tonatiuh Bravo Padilla, miembros de la Unión Nacional de Delegaciones Sindicales de Institutos Tecnológicos, que agrupa a representantes de las 218 instituciones que componen el SNIT, plantean que existe un rezago acumulado de 8 mil millones de pesos para atender las necesidades de infraestructura y equipamiento, a lo que se suman los problemas de pago de prestaciones de los más de 25 mil trabajadores, académicos y personal administrativo con que cuentan los institutos tecnológicos estatales y federales.
Además, “se tienen más de 15 años sin crear nuevas plazas para atender la creciente demanda” ni incrementar los recursos destinados a la atención de los 691 talleres y laboratorios del SNIT, “de los cuales 63 por ciento tiene más de 20 años de antigüedad, 21 por ciento entre 10 y 20 años y sólo 16 por ciento ha estado en servicio menos de una década, por lo que es urgente su actualización para convertirse en palanca del desarrollo y la investigación”.
Entre las demandas presentadas a los legisladores destaca la de elevar los recursos destinados al sector, que atiende a 349 mil 406 alumnos inscritos en planteles federales y estatales del SNIT, dependiente de la Dirección General de Educación Superior Tecnológica. Denunciaron que la inversión promedio por alumno de institutos tecnológicos es de 27 mil pesos, “cuando en el Instituto Politécnico Nacional es de 35 mil pesos y en la UNAM alcanza 45 mil”.
También subrayan que el financiamiento para las universidades estatales es “70 veces superior a lo que reciben los institutos tecnológicos federales, que dependen prácticamente del subsidio que aprueba la Federación, el cual es el más bajo que se destina en educación superior, con 12.8 por ciento de los fondos para la formación universitaria, mientras se estima que 87 por ciento de gastos de operación se cubren con recursos propios, limitando así el poco crecimiento en infraestructura, equipamiento e investigación”.