■ Atentados contra dos estaciones de trenes; no hubo víctimas
Multitudinarios actos por el derecho a decidir el futuro político del País Vasco
■ Rodríguez Zapatero ignoró demanda “con arrogancia”, acusa Ibarretxe
Madrid, 25 de octubre. Con pancartas como “sí a la paz y a la decisión”, miles de personas salieron hoy a las calles en varias localidades del País Vasco, al norte de España, con el fin de demandar su derecho a decidir “libre y democráticamente” el futuro político de esa comunidad autónoma, mientras horas antes se registraron ataques contra dos estaciones de trenes que no dejaron víctimas ni heridos pero si daños materiales.
El Parlamento regional convocó a la población vasca este 25 de octubre a una consulta sobre la independencia de esa región. Pero el referendo fue declarado ilegal el mes pasado por el Tribunal Constitucional de España, que argumentó que sólo el gobierno central tiene esas facultades.
Cerca de 20 mil personas, según los organizadores, salieron a las calles en distintas localidades del País Vasco para participar en actos pacíficos de protesta.
En varias de las marchas independentistas se exhibieron pancartas con los lemas “sí a la paz y a la decisión” o “sí al diálogo político y sí al derecho a decidir”.
El presidente del gobierno autónomo vasco, Juan José Ibarretxe, acusó a José Luis Rodríguez Zapatero, jefe del gobierno español, de haber ignorado con arrogancia el derecho de la población vasca a decidir su propio futuro.
Por su parte, el gobierno central acusó a Ibarretxe de manipulación política en anticipación a las elecciones regionales de principios del próximo año.
La vocera del gobierno del País Vasco, Miren Azkarate, se mostró satisfecha por el resultado del acto político y dijo que “es un primer paso para seguir manteniendo en el tiempo un derecho a decidir que ha venido para quedarse entre nosotros”.
Durante la madrugada hubo ataques violentos en dos estaciones de trenes, que según algunos analistas políticos podrían interpretarse de una respuesta al fallo del Tribunal Constitucional que prohibió el referendo. No hubo heridos pero sí daños materiales.
A todo esto, Gaspar Llamazares, líder de la coalición Izquierda Unida, dimitió en un difícil momento para la formación después del fracaso en las elecciones legislativas de marzo pasado, en las que obtuvo sólo un escaño.