■ Positivo, que el Senado aprobara los dictámenes: Hugo Valdemar
Cuestiona la arquidiócesis que se omitiera el tema del “corrupto” sindicato petrolero
La arquidiócesis de México consideró positivo que el Senado haya aprobado los siete dictámenes de la reforma energética, “aunque quizá se hubiera esperado más”, como no dejar pendiente el tema de las prebendas del gobierno federal al sindicato petrolero, “que es una cuota de poder que se ha vuelto intocable por el chantaje que siempre hacen, aunque tarde o temprano los legisladores tienen que entrar en esos temas”.
El vocero arquidiocesano, Hugo Valdemar, apuntó que “no es un secreto que el sindicato de Pemex es uno de los más corruptos del país, aunque todos (los gremios) presentan grandes interrogantes, como la falta de transparencia en los recursos que reciben de sus agremiados, que muchas veces no son en beneficio de los trabajadores, sino de sus líderes.
“Los expertos dicen que hacen grande lo que en realidad ha sido una reforma pequeña, pero por pequeña que sea, siempre será positiva porque en algo ayudará al régimen actual de Pemex para que sea más eficiente, lo que tendrá que repercutir en obra social en favor del país”, destacó.
Al respecto, la representación en México del Servicio Internacional Cristiano de Solidaridad con los Pueblos de América Latina (Sicsal) consideró que “aunque no fue lo que todos esperábamos”, la reforma energética alcanzada significa un avance en el desarrollo de México y es una “buena lección” a Felipe Calderón, para que en lo subsecuente “no se empeñe en sacar iniciativas que a todas luces van contra los intereses del país”. El presidente en México del organismo internacional, Martín Hernández, dijo que “no se puede pretender aprobar iniciativas que no cuentan con el apoyo suficiente no sólo de las cámaras, sino del pueblo de México”.
Consideró que el hecho de que Felipe Calderón se haya empeñado en imponer su reforma evidenció que “sus asesores no tienen visión política”.