■ Pierden viviendas y aperos de pesca; servicios públicos precarios
Norbert arrebató casi todo a pobladores de Puerto Alcatraz
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Aspecto de los daños causados por el huracán Norbert en viviendas, lanchas y aperos de pesca de de Puerto Alcatraz, Baja California Sur
Foto: Raymundo León
Puerto Alcatraz, BCS, 19 de octubre. Los habitantes de esta isla ubicada en el océano Pacífico, frente a la costa occidental de Baja California Sur, resistieron a principios de este mes el embate del huracán Norbert. No hubo lesionados, pero la gente perdió casi todas sus pertenencias.
Norbert azotó de lleno Puerto Alcatraz con lluvias y vientos de 205 kilómetros por hora (categoría 2 en la escala Saffir-Simpson) que dejaron graves daños en el pueblo. Casas de madera y láminas de cartón fueron arrancadas o perdieron techos o paredes; los muebles quedaron inservibles y las plantas que abastecen a la comunidad de agua y electricidad dejaron de funcionar.
Los ventarrores se llevaron algunas láminas de la primaria que normalmente se usa como refugio en caso de huracanes.
Las lanchas de los pescadores se salvaron porque las llevaron a tierra firme y “agarraron peso” con el agua de la lluvia, pero cientos de trampas para capturar pulpo, que estaban en la orilla del mar, quedaron destrozadas.
Puerto Alcatraz forma parte, junto con las islas Magdalena, Margarita y San Lázaro, de un archipiélago que visita la ballena gris entre diciembre y abril. Es una isla casi virgen, habitada por 60 familias de pescadores que capturan camarón, almeja, langosta, pulpo y diversas especies de peces.
Debido a su aislamiento (está a dos horas en lancha del puerto de altura de San Carlos, municipio de Comondú), los lugareños carecen de pavimentación y drenaje. El agua potable la obtienen de una pequeña planta desaladora y la electricidad de un generador que funciona con diesel, y con energía eólica y solar.
No hay teléfono ni televisión convencional, pero se mantienen comunicados gracias a la telefonía celular y a la televisión satelital.
Los niños de Puerto Alcatraz van a la primaria y la telesecundaria, pero deben abandonar a sus familias si quieren seguir estudiando, aunque muchos prefieren quedarse para ayudar a sus padres.