Inyecta Holanda 10 mil millones de euros a ING
Amsterdam, 19 de octubre. El Estado holandés socorrió este domingo por la noche al grupo bancario y de seguros ING, golpeado por la crisis financiera, dos semanas después de haber nacionalizado las actividades en Holanda del banco belgo-holandés Fortis.
Inyectará 10 mil millones de euros en el capital de ING, uno de los 20 mayores bancos del mundo en términos de capitalización bursátil, cuya acción, maltratada desde hace casi tres semanas, había perdido el viernes 27.48 por ciento al cierre de la bolsa de Amsterdam.
“Se trata de una gran suma que inyectamos en una empresa sana, es el motivo por el cual vemos el futuro con confianza”, declaró el ministro de Finanzas holandés Wouter Bos, en conferencia de prensa en Amsterdam.
“El gobierno holandés se da cuenta de que se trata de una intervención inusual en el sistema bancario”, precisó, y recordó que “el gobierno había dicho que no excluiría ninguna medida para proteger a ahorradores”.
Segunda intervención
Se trata de la segunda intervención estatal holandesa en un banco en dificultades. Al comienzos de octubre La Haya compró por 16 mil 800 millones de euros las participaciones holandesas del grupo bancario y de seguros belgo-holandés Fortis, que no era capaz de hacer frente a sus obligaciones financieras.
Bos anunció el 9 de octubre que Holanda pondría a disposición del sector financiero 20 mil millones de euros, como contribución para afrontar la crisis económica. El 13 de octubre el gobierno anunció que garantizaría los préstamos interbancarios hasta por 200 mil millones de euros.
La recapitalización concedida por el Estado a ING no está limitada en el tiempo y aportará a La Haya 8.5 por ciento de intereses en caso de reparto de dividendos, según el ministerio de Finanzas holandés. Estos intereses pueden subir hasta 25 por ciento en función del valor del cupón, agregó.
ING tiene la posibilidad de devolver el dinero inyectado por el Estado o, al cabo de tres años, transformarlo en acciones, según la misma fuente. El Estado nombrará dos representantes con derecho de veto en el consejo de vigilancia del grupo. Además todos los directivos renuncian a sus primas anuales y sus eventuales primas de despido no pueden superar el equivalente a un año de salario.
Los 10 mil millones inyectados por el Estado a ING representan la mitad de la suma prevista por el gobierno. “Se trata de 20 mil millones disponibles en el momento en que se anunció esta medida”, recalcó Bos.