■ Las resguardan desde 1999 y aseguran tener títulos de propiedad otorgados por la Corte
Ejidatarios de Acapulco impiden de nuevo restituir 20 hectáreas a banco y empresarios
■ Funcionarios de la SRA, con apoyo de 100 policías, cumplían orden de un juez federal
Acapulco, Gro., 17 de octubre. Campesinos del ejido El Podrido impidieron hoy que la Secretaría de la Reforma Agraria (SRA) “restituyera” 20 hectáreas de esa comunidad a Banco Interacciones y a otros empresarios acapulqueños, a pesar de que los funcionarios iban respaldados por unos 100 policías, la mitad federales y otro tanto estatales.
Las autoridades acudieron a ese sitio para dar cumplimiento a la orden del juzgado tercero del Tribunal Colegiado de la Federación, emitida el 10 de septiembre pasado, pero los ejidatarios se atrincheraron a la entrada del ejido, corearon consignas y advirtieron que si era necesario morirían en defensa de sus tierras.
Es la tercera vez que los ejidatarios de El Podrido impiden la entrega de las 20 hectáreas y en esta ocasión el comisionado de la SRA, Mauro Valdés Castro, pospuso de nuevo la diligencia argumentando que no existen condiciones para llevarla a cabo.
El actuario Marco Antonio Lugardo Martínez arribó a la comunidad cerca de las ocho de la mañana, debido a que se había acordado una audiencia en ese lugar, en la que se le daría posesión de las más de 20 hectáreas a particulares.
Sin embargo, ya se encontraban allí decenas de ejidatarios inconformes con la medida, pues, aseguran, desde el 13 de diciembre de 1999 han resguardado las 796 hectáreas de las que, aseguran, cuentan con los títulos de propiedad otorgados por la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
El terreno, con costa oceánica está cotizado en dólares, se encuentra por el rumbo de Barra Vieja, en el área de Punta Diamante, y también lo reclama la empresa Tres Vidas en la Playa, del Grupo Monterrey.
La disputa por estos terrenos provocó que el pasado 10 de marzo el presidente del comisariado ejidal de El Podrido, Martín Cruz Bello, fuera baleado y levantado por seis hombres armados que llegaron al restaurante de su propiedad en el poblado de San Andrés, de ese ejido localizado en el área turística de la playa Diamante de Acapulco.