■ Consecuencias graves para países en desarrollo, advierte PNUD
Crisis mundial sumirá en la pobreza a cien millones de personas más: ONU
Nueva York, 17 de octubre. La incertidumbre económica actual que afecta a todo el mundo podría sumir en la pobreza a cien millones de personas más, dijo Naciones Unidas este viernes, en el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza.
Se estima que actualmente mil 400 millones de personas viven en la extrema pobreza. Según los cálculos de la ONU, el encarecimiento imparable de la energía y los alimentos probablemente empeorarán las condiciones de vida de muchos más millones de personas, según las estimaciones de la ONU.
“Nuestros esfuerzos para erradicar la pobreza tienen que prestar atención a los derechos humanos y la dignidad de todos”, dijo el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.
Los pobres tienen que tener acceso a los recursos que necesitan, y entre ellos figuran tierras, capital, conocimiento y habilidades para poder salir de la pobreza.
La ONU se ha marcado la fecha de 2015 para erradicar la pobreza y el hambre. Sin embargo, muchos países están dejando de cumplir sus programas para mejorar las condiciones de vida de algunas de las personas más desfavorecidas. Se enmarca dentro de la pobreza extrema a la persona que vive con menos de 1.25 dólares al día.
Golpe a la economía real
En París, el jefe del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el turco Kemal Dervis, advirtió que las consecuencias económicas de la crisis financiera serán especialmente graves para los países en desarrollo, según una entrevista publicada en el diario Le Monde.
“Lo que era en un comienzo una crisis financiera occidental está afectando a la economía real” de los países en desarrollo, señaló. “Su demanda disminuye, su crecimiento disminuye y la voluntad de acordarle créditos disminuye”, resumió.
“Dicho de otra manera, dispondrán de menores ingresos, de menos inversiones extranjeras y de menores exportaciones: las consecuencias serán mucho peores para ellos que (...) para los países ricos”, explicó en el periódico.
Según el responsable del PNUD, los países asiáticos también acusarán el golpe, pero su crecimiento se mantendrá elevado por disponer de cierta autonomía respecto a la economía de los países ricos.
“Lo cual es una oportunidad para la economía mundial”, pues “se evitará quizás el desplome gracias al dinamismo de esos países emergentes”, estimó. Kemal Dervis confirmó sin embargo los temores de los países en desarrollo del G-24, en cuanto a la falta de medios para enfrentar la crisis.
Para Dervis, ex ministro de Finanzas de Turquía, la crisis financiera se debe a una economía de mercado aplicada al pie de la letra que ha llevado a las sociedades a asumir riesgos excesivos que terminaron por desestabilizarlas.
“Hay que restablecer un equilibrio entre el riesgo, es decir el beneficio, por una parte, y la seguridad, por la otra”, propuso. Hablando de las soluciones para hacer frente a la crisis, Kemal Dervis señaló la necesidad de una nueva regulación del sistema financiero”.
Dervis destacó que todo el mundo está convencido de que la crisis afecta a todos y que los países son interdependientes entre sí. “La crisis ha abierto un debate sobre la gestión económica mundial”, dijo el jefe del PNUD, quien citó una serie de interrogantes a los que hay que responder.