Avicultores de México y EU estrechan lazo comercial
Boca del Río, Ver., 17 de octubre. La Unión Nacional de Avicultores (UNA) y el Consejo de Exportación de Huevo y Pollo de Estados Unidos (USAPEEC, por sus siglas en inglés) acordaron expandir conjuntamente el consumo de los productos avícolas en el mercado del Tratado de Libre Comercio de América del Norte.
“En Estados Unidos no queremos que se quebrante la negociación bilateral por conflictos a futuro; estamos en momentos difíciles pero esperamos que las industrias avícolas sobrevivan”, destacó James Summer, presidente de la USAPEEC, luego de mencionar que empresas como Pilgrims, Fieldale Farms y Simmons Foods, entre otras, redujeron su producción.
Durante su participación en el 45 congreso de la UNA dijo esperar que los precios de los granos –los cuales se elevaron en 144 por ciento en los dos últimos años– bajen y que las exportaciones avícolas a México –de 243 millones de toneladas, con las cuales ocupa el tercer lugar después de Rusia y China– se mantengan estables.
El presidente de la USAPEEC –organización en la que participan 213 compañías y que tiene dos oficinas en México de las 13 abiertas en el mundo– comentó que solicitó al gobierno de Estados Unidos continúe trabajando junto con el de México en materia comercial.
Anuncia Sagarpa crédito adicional
Al clausurar el acto –en el que también se celebró el 50 aniversario de la fundación de la UNA– el secretario de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), Alberto Cárdenas Jiménez, informó que para 2009 habrá un crédito adicional de entre 2 a 4 mil millones de pesos para la industria avícola, cuyo valor es cercano a los 70 mil millones de pesos, genera 1.1 millón de empleos y tiene una producción de nueve millones de toneladas anuales.
El titular de Sagarpa se comprometió a continuar respaldando a quienes integran la UNA, ya que “ha demostrado ser una organización ejemplar”.
Expuso que entre las prioridades de Sagarpa en el ejercicio del presupuesto para 2009 están: elevar la compra de activos para que en el campo haya más invernaderos, tractores, trilladoras, sembradoras, silos y bodegas; entregar antes de la siembra los recursos a los campesinos; cambiar algunos lineamientos del Procampo y destinar un millón de hectáreas del trópico húmedo de nueve estados para la siembra de maíz en el ciclo otoño-invierno.