■ El Chuletita es el artillero de la Concachampions y se estrenó en la liga, el domingo, en CU
El gol ante Pumas es sólo el inicio, promete Javier Orozco
■ Defiende el torneo internacional porque es un “trampolín” para los canteranos que no tienen oportunidades en primera división
■ Mi juego proviene del barrio, no de una escuela, afirma
Ampliar la imagen Javier Orozco (centro) anotó el segundo tanto de Cruz Azul en la victoria 2-0 ante Pumas Foto: Reuters
Más competencia se avizora en la ya disputada delantera de Cruz Azul, porque el joven Javier Orozco, la revelación del equipo con seis goles en la Concachampions y autor del 0-2 definitivo del domingo en Ciudad Universitaria, promete más entrega todavía.
“Estoy muy contento y son goles que te marcan, pero creo que va a ser el primero de una larga historia, esperemos”, dijo El Chuletita sobre su tanto contra Pumas, que consiguió al minuto 86 tras haber ingresado de cambio al 77.
“Quiero ganarme un puesto, la titularidad, y voy a luchar para eso”, agregó franco, tras su primer tanto en el máximo circuito.
El joven de 20 años llegó a las fuerzas básicas cementeras en 2002 y debutó en primera división el 15 de septiembre de 2005, pero prácticamente no ha tenido acción en el máximo circuito: jugó 37 minutos esa temporada (siempre de relevo) y no volvió a ser alineado hasta el torneo Apertura 2008, en el que lleva 21 minutos de participación.
Sin embargo, ganó protagonismo por su actuación en el torneo de Campeones de la Confederación Norte, Centroamericana y del Caribe de Futbol, en el cual acumula seis anotaciones que lo convierten en el máximo goleador hasta el momento.
Desde su experiencia, Orozco defendió a la competencia que ha desatado polémica entre los equipos mexicanos.
“Qué bueno que se hacen esos torneos, porque son un trampolín. Sirven mucho para la cantera, hay muchísimos jugadores en Cruz Azul y sólo tienen que darles la oportunidad, porque van a responder muy bien”, afirmó.
Y habló de un tema que conoce, porque no le ha resultado fácil su estadía en La Máquina.
“Tuve que venir aquí a los 15 años para ganarme un lugar; sufrí mucho, pero veo que cada sacrificio tiene su recompensa”, dijo el delantero nacido en Los Mochis, Sinaloa, donde vive su familia.
Después, remarcó lo difícil que resulta para los jóvenes ganarse un sitio, “porque siempre traen jugadores caros, Cruz Azul tiene muchísimos futbolistas de renombre, muy buenos, y tenemos que hacer nuestra lucha”.
Ahora que empieza a cosechar frutos de cinco años de esfuerzo, el canterano se mostró seguro de mantener el buen paso hasta entrar en la oncena titular, y aseguró que podrá sacar provecho a su máxima virtud: el “olfato goleador”.
Consciente de su carácter en la ofensiva, defendió sus orígenes, al relatar que antes de Cruz Azul “sólo jugué en el barrio, allá en Sinaloa. Sólo en la calle y en torneos de barrio, nunca en una escuela. Uno pelea más por las cosas que quiere y creo que muchas veces es mejor estar en un barrio que en una escuela, hay más roce”.
El Chuletita, hermano del jugador Luis Orozco, del Morelia, de quien heredó el apodo, agregó que los celestes están bien y van por buen camino. Completó que volverán a ser campeones si juegan en grupo, “poniendo ganas y queriendo la camiseta”.