■ Mejor conducta, mayor concentración, confianza y aptitudes, otras de las ventajas
Lecciones estilo roquero elevan motivación por la música en GB
■ El método, adoptado por la Fundación Paul Hamlyn, consiste en que los jóvenes improvisen rolas en grupo, como si fueran estrellas
■ También los estimulan a hacer sus composiciones en Internet
Londres. Un enfoque radicalmente nuevo para la enseñanza de la música, que pone a los chavos a improvisar rolas en grupo como si fueran estrellas de rock, ha conducido a un agudo incremento en el número de alumnos que quieren tomar el curso de música para el Certificado General de Educación Secundaria (GCSE, por sus siglas en inglés), equivalente británico a la prueba Enlace.
Las lecciones musicales estilo roquero elevaron la popularidad del curso en 40 por ciento, además de mejorar la conducta y concentración de los alumnos en las clases, concluyó una evaluación realizada por académicos del Instituto de Educación de la Universidad de Londres.
En años recientes 60 mil estudiantes han presentado el examen, en comparación con menos de 46 mil en 2001 y menos de 40 mil a principios de la década de 1990.
La iniciativa, llamada Futuros Musicales, también incrementó la motivación, tanto en alumnos que ya tocaban un instrumento como en los que no tenían interés en la música. El esquema pone a los alumnos a improvisar en grupo copiando de oído rolas grabadas, como hacen los músicos pop, y los deja tocar lo que les interesa en vez de enseñarles un conjunto de obras predeterminadas. También los estimula a crear su propia música en Internet.
Se sabe que casi 700 maestros de todo el Reino Unido usan este enfoque, adoptado por la Fundación Paul Hamlyn en un intento por atraer más alumnos de secundaria a la música. Se dirige a adolescentes entre 12 y 14 años porque ésa ha sido la edad en la que los estudiantes parecen perder interés por aprender música en la escuela.
Luego de usar Futuros Musicales en sus clases, los profesores reportaron el aumento de más de 40 por ciento en el número de escolares que quieren tomar el curso GCSE. Además, 13 por ciento de mil 79 alumnos entre 11 y 14 años de edad que fueron interrogados dijeron estar decididos a tomar el curso, en comparación con un promedio nacional de entre 7 y 8 por ciento. También hubo incremento en el nivel de desempeño de los alumnos en los exámenes, a la edad de 14 años.
Falta de espacio, una limitante
Casi la mitad de los maestros de Futuros Musicales encuestados (47 por ciento) descubrieron que sus alumnos se motivaban más a estudiar música. También reportaron mejor conducta, mayor concentración, mejoramiento de habilidades musicales, mayor confianza, mayores aptitudes de grupo y liderazgo, y más disposición a aprender por sí mismos.
La mayoría de los alumnos dijeron preferir Futuros Musicales a otras lecciones de música. Sin embargo, uno de cada tres maestros de este método señaló que la limitación de espacio dificultaba aplicar el programa, y uno de cada seis se quejó de que la escasez de presupuesto obstruye la compra de instrumentos.
La profesora Susan Hallam, quien encabezó la evaluación del proyecto, señaló: “escoger la música que quieren aprender les permite vincular la música escolar con la que escuchan fuera de la escuela. También eleva su motivación. Sabemos que los chicos se benefician tanto personal como socialmente al hacer música juntos. Mientras más apoyo podamos dar a las escuelas para desarrollar las aptitudes de los estudiantes, más probable es que ellos se interesen en hacer música como actividad recreativa”.
© The Independent
Traducción: Jorge Anaya