■ Para esta edición hubo 577 lugares menos, reconoció la Secretaría de Salud
Versión electrónica del examen nacional de residencias médicas costó $44 millones
■ Recortes presupuestales no afectarán el proceso de especialización: Córdova Villalobos
Ampliar la imagen José Ángel Córdova Villalobos, secretario de Salud; el presidente Felipe Calderón y Miguel Ángel Yunes, director general del ISSSTE, encabezaron la inauguracion de la clínica de especialidades Leobardo Bravo y el Centro de Apoyo de Diagnóstico Nicolás Bravo Foto: María Luisa Severiano
El titular de la Secretaría de Salud (Ssa), José Ángel Córdova Villalobos, informó que la edición 32 del Examen Nacional de Aspirantes a Residencias Médicas tuvo un costo de 44 millones de pesos y por primera vez se aplicó de manera electrónica en Monterrey, Guadalajara, Distrito Federal y Mérida.
Para evitar alguna fuga de información se utilizaron nueve versiones diferentes de examen; se garantizó transparencia y certidumbre a los aspirantes de que los resultados serían respetados plenamente. “El número de sedes se redujo de 40 existentes en años anteriores a cuatro para evitar dispersiones y evitar actos de corrupción; además permitirá evaluar otras habilidades del pensamiento para ser cada vez más justos en la selección de los aspirantes”, agregó en conferencia de prensa.
Los resultados del examen, al que se presentaron 21 mil 751 de 23 mil 625 aspirantes inscritos, se dieron a conocer el pasado domingo. Dicho método, según una encuesta aplicada a más de 13 mil aspirantes, tuvo aceptación generalizada y garantiza el ingreso de los futuros especialistas por haber obtenido las mejores calificaciones, aseguró.
Los alumnos, abundó, contestaron de forma electrónica y tuvieron la oportunidad de regresar las preguntas en las que tuvieran dudas para corregirlas; al concluir el examen, éste fue calificado y se entregó a los aspirantes una copia de la hoja en la que se les señaló su desempeño. “Los mejores alumnos son los que ingresarán a realizar una especialidad, es decir, los mejores médicos serán los que estén al cuidado de la salud de la población.”
Córdova Villalobos puntualizó que los recortes presupuestales no afectarán el proceso de especialización, ya que “la formación implica no sólo asistir al hospital, sino que realicen cierto número de intervenciones, atiendan cierto número de casos clínicos y tengan determinado número de maestros; en suma, que tengan una formación de calidad; aunque este año el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) redujo en 577 el número de lugares disponibles debido a razones presupuestales”.
Esa disminución, insistió, “no es preocupante ya que tener 6 mil 500 plazas disponibles representa 50 por ciento, o más, de los 12 a 13 mil médicos generales egresados anualmente, lo cual está por encima del porcentaje mundial en el que entre 55 a 65 por ciento de los egresados deben quedarse como médicos generales, porque es la base de la medicina de primer contacto. No hay desequilibrio”.
En cirugía general se aceptaron 642 médicos, 82 en otorrinolaringología y cirugía de cabeza y cuello; 625 en anestesiología, 735 en medicina interna, 679 en pediatría, 360 en medicina de urgencias, 148 en oftalmología, 561 en gineco obstetricia, 213 en imagenología diagnóstica y terapéutica, 148 en siquiatría, mil 198 en medicina familiar, 69 en medicina de rehabilitación, 69 en anatomía patológica, 26 en otoneurología, audiología y foniatría; 25 en radio oncología, 25 en genética médica, 64 en medicina del trabajo, siete en medicina legal, 47 en epidemiología, 22 en patología clínica, 10 en salud pública, 150 en medicina integrada, y 10 en calidad de la atención.
Del total de plazas disponibles, 6 mil 250 son para médicos mexicanos no militares, 152 para extranjeros, 99 de la Secretaría de la Defensa Nacional y 62 de la Secretaría de Marina, quienes iniciarán su especialidad en marzo de 2009.
Agregó que, por acuerdo de la Comisión Interinstitucional para la Formación de Recursos Humanos para la Salud (Cifrus), a partir de 2010 los aspirantes a una especialidad únicamente tendrán tres oportunidades para acceder a una plaza, ya que un estudio estadístico revela que después de dicho número, “la posibilidad de que queden es mínima”. Recordó que las especialidades más saturadas son: medicina interna, cirugía general, pediatría, gineco obstetricia, anestesiología y medicina familiar, ya que son las básicas y están enfocadas a las instituciones de seguridad social.