■ La bolsa de NY tuvo el alza más pronunciada desde 1939
Avanza masiva nacionalización parcial de la banca privada del primer mundo
Nueva York, 13 de octubre. El gobierno de Estados Unidos, junto con sus contrapartes europeos, procedieron a inyectar miles de millones de dólares de liquidez en el sistema bancario, en una maniobra coordinada sin precedente que representa una masiva nacionalización parcial del sistema financiero privado del primer mundo.
Después de sufrir ocho días consecutivos de desplome en las bolsas de valores, el peor periodo de actividad de la bolsa de Valores de Nueva York desde 1933, hoy se registró el alza más dramática de un sólo día desde 1939, con 936 puntos en el promedio de Dow Jones, o un incremento de 11.6 por ciento en el índice más amplio de Standard & Poor’s, aparentemente por el optimismo entre inversionistas de que las medidas de los gobiernos más ricos del mundo podrían frenar la espiral que no tocaba fondo.
Sin embargo, algunos analistas indicaron que no se sabrá hasta este martes si en verdad las cosas podrían ir mejorando, ya que hoy, cuando se celebra el Día de Colón (Día de la Raza en México), los mercados de crédito estaban cerrados, y es ahí donde el congelamiento del flujo de crédito es el epicentro de esta fase de la crisis financiera más severa desde la Gran Depresión.
El secretario del Tesoro, Henry Paulson, se reunió esta tarde con los principales banqueros de Wall Street para intentar definir aún más el plan anunciado el viernes por Washington junto con otros países del Grupo de los Siete, de que buscarán “mejorar la disponibilidad de fondos para nuestros bancos”, o sea, la compra de acciones en bancos en una maniobra para inyectar capital directamente a esas instituciones, con el propósito de descongelar el flujo de crédito que está paralizando la economía global. Esto es nada menos que una nacionalización parcial de estas instituciones.
Según fuentes en la reunión, la intención es usar 250 mil millones de dólares del paquete de rescate para adquirir acciones en bancos, reportó la agencia Reuters esta noche. Las autoridades financieras estadunidenses, o tal vez el propio presidente George W. Bush, anunciará los detalles a primera hora de este martes.
El Departamento del Tesoro ha indicado con esto que su estrategia para el paquete de 700 mil millones se enfocará primero en inyectar capital directamente a los bancos, con el propósito de hacer fluir el crédito y no sólo, como fue la idea inicial, la compra de activos devaluados en manos de las empresas financieras.
El secretario asistente del Tesoro, Neel Kashkari, designado para encabezar el programa de rescate aprobado hace 10 días por el Congreso, ofreció algunos detalles iniciales esta mañana ante una reunión de banqueros en Washington, donde informó que “estamos diseñando un programa estandarizado para adquirir acciones en una amplia gama de instituciones financieras”, aunque indicó que el programa sería “voluntario”.
Kashkari identificó como la causa raíz del “tumulto” actual el “hueco de capital creado por activos problemáticos ilíquidos” y dijo que abordar ese problema debería permitir que los bancos reinicien el otorgamiento de préstamos. Con ello, hay equipos dentro del Tesoro que ahora diseñan las mejores maneras para implementar esta estrategia, que incorpora tanto la adquisición de activos en bancos como la compra de activos devaluados vinculados con las hipotecas, asegurar activos dañados e imponer límites sobre compensación ejecutiva para empresas beneficiadas.
La medida de nacionalización parcial de bancos, descartada por el propio gobierno de George W. Bush hace sólo un par de semanas, ahora es la respuesta favorecida tanto aquí como en Europa. Los bancos centrales europeos se comprometieron a hacer disponibles 1.36 billones de dólares para adquirir acciones en bancos, ofrecer garantías federales de préstamos entre bancos y rescatar a varias empresas financieras. Así, el gobierno estadunidense y sus contrapartes europeas se están convirtiendo en propietarios de bancos al volverse accionistas.
Mientras tanto, el sector financiero aún trata de digerir lo que ha ocurrido sólo en la última semana, y se prepara para otra semana incierta.
Esta mañana, la Reserva Federal anunció que está poniendo a disposición de los bancos miles de millones de dólares a través de “líneas swap” con bancos centrales europeos.
Entre las noticias recientes, después de que el gigantesco banco de inversiones Morgan Stanley sufrió un desplome de 59 por ciento en el valor de sus acciones, colocándolo peligrosamente al borde del precipicio, hoy se recuperó gracias a la negociación de un préstamo de 9 mil millones de dólares de un banco japonés a cambio de un interés accionario. Pero eso se logró sólo porque el gobierno estadunidense garantizó a la empresa japonesa que su capital estaría seguro en caso de una intervención gubernamental en la empresa.
Ayer, la Reserva Federal aprobó la compra del banco Wachovia a Wells Fargo, convirtiendo a ese banco en uno de los más grandes a nivel nacional, y cambiando una vez más el perfil del sector financiero nacional. Mientras tanto, el Wall Street Journal reportó que el banco español Santander avanza en sus negociaciones para adquirir el banco estadunidense Sovereign.
Ahora, después de un día en que se expresó cierto optimismo en los mercados financieros de que esta crisis tal vez ha tocado fondo, nadie se atreve a pronosticar lo que ocurrirá mañana.