■ Aldana, en contra de que se reduza el número de cinco a dos
El sindicato petrolero se aferra a sus puestos en el consejo de administración
El diputado Ricardo Aldana, tesorero del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana, acudió ayer a la oficina del presidente de la Comisión de Energía del Senado de la República, Francisco Labastida, para insistir en su oposición a la propuesta del Frente Amplio Progresista (FAP) de disminuir de cinco a dos los representantes del organismo gremial en el consejo de administración de Petróleos Mexicanos (Pemex).
Aldana sostuvo que no podía comentar si la reforma a la paraestatal contiene riesgos para los trabajadores, ya que dijo desconocerla. Sin embargo, reconoció que no está de acuerdo con que disminuya la presencia del sindicato en el órgano de gobierno de Pemex.
Entrevistado luego de su reunión con Labastida, el dirigente petrolero exlicó que se trata de una “cuestión política”, ya que el sindicato petrolero no tiene mayoría en el consejo y desde 1938 su participación significó “mantener los equilibrios” en la empresa.
Insistió en que lo único que ha hecho la dirigencia sindical que encabeza Carlos Romero Deschamps es “representar a los trabajadores. No tenemos influencia en las decisiones de Pemex ni en los contratos; no participamos en las licitaciones”.
Cuestionado en torno a la decisión de la dirigencia gremial de mantenerse al margen de la discusión que se ha dado sobre la reforma, respondió que lo han hecho “porque no hay nada concreto, y si el sindicato siente que se lesiona a los trabajadores, seguramente presentará una petición para que se reconsidere”.
No sólo Aldana presiona para mantener los privilegios del sindicato. Durante las negociaciones que se han llevado a cabo entre las fuerzas políticas, el coordinador de los diputados del PRI, Emilio Gamboa, Patrón, advirtió que la propuesta del FAP es inaceptable, ya que de aprobarse reducir a sólo cinco la presencia de cinco miembros del sindicato en el consejo de administración de Pemex, por lo menos 20 legisladores del tricolor en San Lázaro votarán en contra de la reforma.
A su juicio y el de otros priístas, ese escenario “sería inaceptable”, ya que significaría el voto dividido del PRI en un asunto de la trascendencia de la reforma energética.