■ Reyes se tambalea al frente del equipo
Con goliza, Chiapas hunde al Necaxa
■ Itamar Batista anotó uno y falló un penal
Tuxtla Gutiérrez, Chis, 11 de octubre. Necaxa se sigue hundiendo cada vez más y seguirá en el sótano de la clasificación general. Esta tarde fue goleado 4-0 por Jaguares, que pudo obtener un marcador más abultado de no ser por las intervenciones del portero Omar Ortiz y fallas de Itamar Batista.
Se trató de un triunfo con excesiva facilidad para el equipo de Francisco Avilán, quien suma dos victorias en sus dos presentaciones al frente de Chiapas. El cuadro naranja suma 14 puntos y se mete a la pelea por clasificar en el tercer sector, mientras los Rayos se quedaron con nueve unidades en el último sitio de ese grupo.
La directiva ha reiterado su apoyo al timonel Salvador Reyes, pero luego de esta goleada su puesto peligra al frente del equipo, que hace nueve fechas no conoce la victoria y es antepenúltimo en la tabla del descenso.
El duelo se empezó a definir desde el minuto uno, en penal de Fernando López sobre Danilinho que Adolfo Bautista hizo efectivo al engañar al Gato Ortiz.
Al minuto seis fue expulsado López, quien aventó un esférico a un recogebalones del estadio Víctor Manuel Reyna.
Luego, el Gato Ortiz, ex guardameta del conjunto de Chiapas, tuvo dos lances espectaculares para salvar a su equipo, en remates de Bautista y Danilinho.
La primera llegada de peligro de la visita fue al 33, en tiro de media distancia de Walter Divino Gaitán.
El árbitro Jaime Herrera marcó otra pena máxima, al minuto 41, en una barrida de Jesús Palacios sobre Itamar, pero el brasileño tiro sin fuerza al centro y Ortiz detuvo sin problemas.
Apenas al inicio del complemento, minuto 48, Itamar enmendó su error y, de media vuelta por el centro, venció con tiro potente a Ortiz, a quien se le doblaron las manos.
Bautista redondeó su tarde al 58, al mandar el esférico a las redes a pase de un pundonoroso Itamar.
El relevo de lujo Aarón Padilla logró el 4-0 al 75. El Gansito sólo tenía dos minutos en la cancha y primero remató con el pie y, ya tirado sobre el pasto, cabeceó el balón para hacer más abultado el marcador.
Cerca del final Hugo Rodallega mandó un cabezazo con peligro, pero el portero Fabián Villaseñor demostró que estaba despierto y a una mano desvió a tiro de esquina.