■ Concluye hoy la muestra Mujeres artistas en el México de la modernidad
Realzan trascendencia de Rina Lazo en la plástica nacional
Ampliar la imagen En la imagen, La China Mendoza, Rina Lazo y el crítico Ricardo Pérez Escamilla
Este domingo concluye en el Museo Mural Diego Rivera la exposición Mujeres artistas en el México de la modernidad: las contemporáneas de Frida, que exhibe la obra de 27 pintoras, grabadoras y escultoras mexicanas a quienes la actual mercadotecnia del arte no ha dado el lugar que merecen.
Una de estas artistas es Rina Lazo, alumna de Frida Kahlo. Precisamente en el contexto de la exposición que hoy termina, se dedicó una mesa redonda a analizar la obra de Lazo, bajo el título Rina Lazo en el contexto de las mujeres artistas en el México de la Modernidad. En el análisis sobre el trabajo de esta autora participaron el crítico de arte Ricardo Pérez Escamilla, la escritora María Luisa La China Mendoza y el antropólogo Carlos Navarrete Cáceres. La moderadora de la mesa fue Carmen Gaitán, directora del Museo Mural Diego Rivera.
Pérez Escamilla describió a Rina Lazo como una pintora cuya obra, que abreva en las culturas mesoamericanas, “es muy significativa para la plástica mexicana”.
Además de destacar los aportes de Lazo, el crítico se refirió en general a la capacidad creativa de las mujeres que conforman la muestra, quienes dieron a su arte un sentido social mediante la crítica y la protesta.
A Frida Kahlo la recordó como “una personalidad totalmente definida, símbolo de mexicanidad, transgresora en todos sentidos”, y apuntó que la transgresión es hija de la libertad y madre de la creación.
Carlos Navarrete Cáceres se ocupó de hacer un análisis antropológico de los elementos presentes en el mural de Rina Lazo, Venerable abuelo maíz, basado en el Popol Vuh, y que se encuentra en la sala Maya del Museo Nacional de Antropología e Historia.
Al respecto, citó las palabras del historiador Miguel León Portilla: “En este mural revive el florecer y desarrollo de la cultura maya; desde la creación original nos lleva Rina Lazo hasta el presente nuestro y lo logra con una captación profunda, amando esta cultura”.
Navarrete recordó que como guatemalteca –nació en Alta Verapaz–, Lazo “lleva el Popol Vuh en la sangre”, por lo que interiorizar el mundo y la cosmogonía maya no le fue nada difícil.
Por su parte, La China Mendoza evocó el encuentro de Rina Lazo con Diego Rivera, cuando la pintora colaboraba con él en la realización del mural Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central, en el hotel del Prado.
Debido a los terremotos de 1985 en la capital, el hotel se dañó y tuvo que ser demolido, por lo que el mural fue trasladado a su actual sede, el Museo Mural Diego Rivera, frente a la Plaza de la Solidaridad, a unos pasos de lo que fue el hotel.
Recordó la escritora que Rina Lazo molía los colores a Rivera “como una boticaria, una antropóloga, una cocinera, una futura gran pintora”.
También elogió la prosa de Lazo, de quien dijo, “pudo haber sido escritora”. Se inclinó, sin embargo, por la pintura, y su obra “resalta en esta exposición y sobresale en el conjunto de veras formidable de las viejas y siempre novísima pintoras”.