Desde otras ciudades
Zonas verdes en Moscú
Moscú. Auténticos bosques que oxigenan las arterias urbanas frente al contaminador embate de cuatro millones de vehículos que a diario circulan aquí, los parques ocupan casi una tercera parte de la superficie total de Moscú.
Se dice pronto: la capital de Rusia tiene 31 mil hectáreas de áreas verdes, lo que equivale a unos 21 metros cuadrados de árboles por afortunado moscovita.
Por poner un ejemplo, el Parque Nacional de Losiny Ostrov, el mayor, abarca 12 mil 800 hectáreas, de las cuales 3 mil se encuentran al interior de los límites administrativos de la ciudad.
A modo de comparación: nuestro Chapultepec, considerado el bosque urbano más grande de América Latina, ocupa 686 hectáreas.
Sin embargo, la connivencia de las autoridades estimula la voracidad de los grandes consorcios de la construcción que son, hoy por hoy, la más seria amenaza para el patrimonio verde de Moscú.
Aunque la legislación obliga a sembrar un árbol en el mismo distrito en que se tala uno, el permiso oficial para cortar un roble en pleno centro de Moscú cuesta apenas el equivalente de unos 40 mil pesos, algo así como 375 veces más barato que talar el mismo árbol en el centro de Londres, por poner un caso.
No es de extrañar que, en 2006, Moscú haya perdido 88 mil árboles y el año pasado, ya 133 mil. Y a juzgar por el boom de la construcción que se observa, a pesar de la crisis financiera global, es de dudar que vayan a ser más halagadoras las estadísticas de este año.
Juan Pablo Duch, corresponsal