■ Si al republicano le sucede algo, Sarah Palin “no sabe nada de nada”, alerta Fidel Castro
Obama aventaja con 11 puntos porcentuales a John McCain en la última encuesta de opinión
Washington, 11 de octubre. El candidato demócrata a la presidencia de Estados Unidos, Barack Obama, aumentó su ventaja frente a su rival John McCain, en momentos en que éste parece haber cambiado su estrategia electoral basada en ataques personales.
A poco menos de un mes de las elecciones del 4 de noviembre, Obama tiene 52 por ciento de las preferencias contra 41 por ciento de McCain, según una encuesta que publica la revista Newsweek en su edición de esta semana, lo que confirma el repunte del senador por Illinois.
A partir del segundo debate entre ambos abanderados, realizado el pasado martes en Tennessee, el demócrata comenzó a despegarse de su contendiente, al sacar provecho del descrédito en el que se encuentra el gobierno republicano de George W. Bush, a causa de la crisis económica.
La difícil coyuntura en ese terreno favoreció a Obama, quien ahora aventaja a McCain con 54 por ciento contra 40 por ciento entre los votantes hombres, y por 50 por ciento contra 41 por ciento entre las mujeres.
Frente a este escenario, la campaña de los republicanos ha dado un giro radical, que busca recuperar el terreno perdido sin echar mano de los ataques personales, como habían hecho hasta ahora McCain y su compañera de fórmula Sarah Palin.
Amenaza de muerte
Luego de que el jueves el Servicio Secreto afirmó estar investigando una supuesta amenaza de muerte contra Obama durante un mítin republicano en Florida, McCain parece decidido a proyectar una imagen de mesura, aunque eso implique chocar con sus seguidores más radicales.
“Queremos luchar, yo lucharé, pero seremos respetuosos”, dijo McCain durante un acto de campaña en Minnesota, al mismo tiempo que entre la multitud se escuchaban gritos de “traidor”, “socialista”, “terrorista” o “mentiroso” cuando se mencionaba el nombre de Obama.
El candidato demócrata, por su parte, le agradeció a McCain que suavizara el tono de sus críticas, pero de todas maneras señaló que su oponente no está al tanto de los problemas económicos de Estados Unidos y la posible forma de resolverlos.
Si el entorno ya era difícil para los republicanos, todo se dificultó más luego de que una comisión bipartidista llegara a la conclusión de que la aspirante a la vicepresidencia Sarah Palin abusó de su cargo como gobernadora de Alaska, para remover a un jefe policiaco que se negó, a su vez, a despedir a un agente que era cuñado de Palin.
La candidata desestimó la trascendencia del documento y afirmó que “si leen el informe verán que no hubo nada ilegal o antiético”, porque la gobernadora de Alaska, como cualquier otro funcionario, puede destituir a miembros de su gabinete.
Mientras, el líder cubano Fidel Castro alertó hoy en La Habana que si el candidato republicano John McCain es elegido presidente y le ocurre algo, las riendas de Estados Unidos estarían en manos de su compañera de fórmula, la gobernadora de Alaska Sarah Palin, quien “no sabe nada de nada”.
“Si algo ocurriera con la salud del candidato republicano, si lo eligen”, dice Castro en un artículo, “la señora del rifle e inexperta gobernadora de Alaska” sería presidenta de Estados Unidos y “se observa que no sabe nada de nada”.
En su artículo, publicado en el sitio digital Cubadebate, el ex mandatario cubano contrapone al republicano McCain, de 72 años, con el candidato demócrata Barack Obama, quien “lo supera en inteligencia y serenidad”.
“En Estados Unidos existe un profundo racismo, y la mente de millones de blancos no se reconcilia con la idea de que una persona negra con la esposa y los niños ocupen la Casa Blanca, que se llama así: blanca”, dice Castro.
Obama, quien según Castro no ha sido asesinado “de puro milagro”, “tiene además el hábito de mirar al adversario con serenidad y reírse de los aprietos dialécticos de un oponente que mira hacia el vacío”, apunta el líder cubano.
McCain “cultiva su fama de hombre belicoso, y fue uno de los peores alumnos de su curso en West Point. No sabía nada de matemáticas, según confiesa, y es de suponer que mucho menos de las complicadas ciencias económicas” para manejar un país en crisis, advirtió Castro.