■ Advierte que tendrá graves consecuencias en la economía real
La crisis en EU, peor que la debacle de 1929, afirma Slim
■ Insta al gobierno a evitar capitales golondrinos y generar empleos
Ampliar la imagen Muhammad Yunus, Carlos Slim y Marco Antonio Slim Domit, presentaron Grammen-Carso Foto: Jesús Villaseca
Lo más grave de la crisis financiera de Estados Unidos serán sus consecuencias en la economía real, advirtió el empresario Carlos Slim, al señalar que es necesario que el gobierno estadunidense tenga un adecuado manejo de su política económica y fiscal, evitar la especulación, que no aplique una política monetaria restrictiva, evite la reducción de circulante y mantenga bajas las tasas de interés de corto plazo.
El empresario aseguró que esta es la crisis financiera “más fuerte y más compleja que me ha tocado en la vida”, sin embargo, aseguró que México tiene una macroeconomía sólida y estabilidad financiera, pero debe continuar con la aplicación de políticas contracíclicas, cuidar la evolución del precio del crudo, evitar la presencia de capitales golondrinos y poner atención en la generación de empleo, porque en este momento ese factor es más importante que el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB).
Ante la debacle financiera registrada en Estados Unidos, el empresario aseguró que ésta “es más compleja que la de 1929 y más grande porque es una economía mayor. Habrá muchas cosas que no son previsibles y aunque las autoridades estadunidenses actuaron tarde, ya lo van haciendo rápido y bien, por lo menos en la dirección correcta que es estabilizar el sistema financiero, restablecer la confianza de los inversionistas, evitar carreras en contra de los bancos para sacar dinero”, porque todos esos elementos tienen consecuencias muy graves en el sector financiero y en el real.
Dijo que “no se trata de un caso de pánico en el mercado que esté ocasionando una crisis financiera, sino de una crisis financiera que está provocando pánico en algunos mercados”.
Agregó: “Hay una gran especulación que debería frenarse sobre todo en comodities como el petróleo y los alimentos, porque con cinco por ciento de margen se pueden comprar petróleo o alimentos, esa burbuja especulativa que ha venido bajando repercute mucho en la economía real, ojalá hubiera más regulación”.
Slim dijo que en esta crisis se mezclan elementos de las debacles de 1929, 1970 y 1982, pero también hay aspectos para combatir sus efectos en la economía real.
Por eso es indispensable que los estadunidenses no apliquen una política monetaria restrictiva, que cuiden las tasas de interés, apliquen indicadores y previsiones, como evitar la quiebra masiva de bancos para frenar la caída del circulante y el crédito. Es importante que esta crisis no la paguen los consumidores.
En cuanto a México, dijo, tiene elementos para atenuar el efecto de esta crisis “que nos agarra con una macroeconomía sólida, estabilidad macroeconómica, fortaleza financiera y lo único que hay que hacer es continuar con las políticas contracíclicas, lo único que no se ve muy clara es la razón para subir las tasas de interés de corto plazo que inducen capitales inmediatos que solamente vienen a tener rendimientos, es capital caliente, golondrino, hay que privilegiar el capital de inversión de mediano y largo plazo”.
Puntualizó que entre las medidas contracíclicas que el gobierno federal debe impulsar está el desarrollo de infraestructura, la construcción de vivienda intensiva en mano de obra y que al mismo tiempo mejora la calidad de vida de los mexicanos, no otorgar subsidios a la producción agropecuaria, pero sí financiamiento para tener mejores ofertas y precios, promover el turismo y sin cerrar la economía las compras de gobierno favorezcan por igual a los proveedores nacionales y extranjeros. “La masa salarial es más importante que el PIB”.
El empresario rechazó las declaraciones de funcionarios de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes de que se ha reducido la inversión en el sector de las telecomunicaciones, en especial, de Teléfonos de México. Aseguró que este año Telmex ha invertido 50 por ciento más de lo comprometido por el intenso crecimiento de la banda ancha que tiene una penetración de 75 por ciento en el país.