■ Con cirugía, logran bajar probabilidades de muerte por síndrome de transfusión feto-feto
Separan en Perinatología conexiones riesgosas en un embarazo gemelar
Con un procedimiento quirúrgico para separar las conexiones de arterias y vasos que unían a los fetos de un embarazo gemelar, las cuales ponían en riesgo sus vidas, se realizó con éxito la primera cirugía fetal en el Instituto Nacional de Perinatología (Inper) Isidro Espinosa de los Reyes.
El síndrome de transfusión feto-feto se presenta entre 10 y 15 por ciento de los embarazos, cuyos productos comparten una placenta y en el que cada uno tiene su propia bolsa amniótica. El problema surge porque uno de los fetos dona parte de su contenido sanguíneo a su gemelo, quien, conforme avanza la gestación, obtiene una cantidad cada vez mayor e irregular de sangre, orina y líquido amniótico.
De su lado, el donante detiene progresivamente su crecimiento y conforme proporciona parte de su volumen sanguíneo, disminuye la cantidad de orina y de líquido amniótico.
Como consecuencia del exceso de sangre, el gemelo receptor puede sufrir una falla en el corazón y morir, mientras que el donante puede caer en una anemia extrema y fallecer por esta causa y por falta de oxígeno.
Sin tratamiento, la enfermedad lleva a la muerte a ambos productos, mientras que con esta cirugía, la probabilidad de salvar a uno es de 80 a 90 por ciento y de 50 a 60 por ciento la de que ambos fetos vivan; asimismo, la probabilidad de fallecimiento de ambos es de 10 a 20 por ciento.
La primera cirugía del Departamento de Medicina Materno Fetal del Inper se realizó el pasado 9 de julio, informó el director del instituto, Gregorio Pérez Palacios, quien también resaltó que con ello se incursiona de lleno en esta área de la medicina, con la que también se pueden curar otros males en la etapa fetal.
Explicó que el caso atendido corresponde a un embarazo de tipo monocorial biamniótico (comparten una placenta y cada feto tiene su bolsa amniótica). En 95 por ciento de estas gestaciones se establecen conexiones a nivel de la placenta, entre los vasos y las arterias de las circulaciones de ambos fetos, y el síndrome feto-feto se presenta en 10 a 15 por ciento de estos gemelos.
La cirugía fetal endoscópica o mínimamente invasiva es la especialidad con que se mejora el pronóstico de algunas patologías fetales, como el síndrome de transfusión feto-feto. El procedimiento consiste en “cerrar” las comunicaciones vasculares, lo que permite la visualización directa del producto y su entorno, a través de un endoscopio que se introduce por la piel en el útero de la madre, con el apoyo de una guía ultrasonográfica.
Con este equipo los médicos pudieron ver al feto donante y varios de sus órganos (piernas, cejas, ojos, nariz, boca y cordón umbilical). También se percataron de que estaba reclinado contra la placenta –característica del donante que tiene poco líquido amniótico– y que su membrana amniótica se encontraba “pegada” a la placenta.
Enseguida identificaron las venas y arterias de cada uno de los productos y las comunicaciones entre ellas, para finalmente determinar el sitio donde aplicaron el rayo láser. Durante el procedimiento se identificaron seis conexiones vasculares que fueron fotocoaguladas sin complicaciones.