■ Lo que antes eran policías profesionales, hoy son efectivos sin ética
Repite García Luna la táctica que usó para desaparecer a la judicial federal
En noviembre de 2002, para Genaro García Luna, actual secretario de Seguridad Pública federal y creador de la Agencia Federal de Investigación (AFI), esa corporación policiaca era una institución “profesional” en la que sus integrantes laboraban “bajo los principios de honor, valor y justicia”.
El pasado jueves, el funcionario afirmó que ahora la AFI es un “reducto de personas que ganaron amparos contra su despido” y agentes carentes de ética por manifestarse en defensa de sus derechos laborales en lugar de combatir al crimen.
Sin embargo, la mayoría de los actuales elementos de la AFI son los hombres que la Procuraduría General de la República (PGR) preparó desde 2001 para la corporación que ideó García Luna y a los cuales dirigió hasta noviembre de 2006, ya que en diciembre fue designado titular de la SSP federal.
En ese sentido, los argumentos con los cuales ahora se pretende fusionar a la AFI con la Policía Federal Preventiva (PFP) para crear una nueva corporación, son los mismos con los cuales en el año 2001 el gobierno federal, a través de Genaro García Luna, desapareció a la Policía Judicial Federal (PJF) y constituyó la AFI: tener una “corporación profesional” y “científica” que “garantice eficacia en el combate a las estructuras delictivas”.
Hace cinco años, el general Rafael Macedo de la Concha, entonces titular de la PGR, afirmó que la AFI era la policía con la que el gobierno federal iba “ganándole la carrera al crimen”.
El pasado jueves, García Luna declaró en un noticiario radiofónico: “La AFI, no es la AFI que construimos, en la que se construyó el perfil de ingreso y la gente que buscamos tener para estas actividades”.
En noviembre de 2002, García Luna dijo que el principal problema que enfrentaba la Policía Judicial Federal “era la pérdida de disciplina y mística”, y que “tras una revisión a fondo de la estructura con que operaba, se planteó su transformación como un proceso evolutivo y de reingeniería”.
Para 2005, durante un aniversario de la creación de la AFI, el procurador Daniel Cabeza de Vaca Hernández declaró: “El prestigio que ha alcanzado la agencia durante este tiempo no proviene de campañas publicitarias ni de golpes mediáticos, el lugar que se reconoce a la AFI proviene del esfuerzo que día con día realizan los agentes federales en favor de la seguridad. Proviene de su amor a México y de su trabajo y compromiso con la verdad y con la justicia”.
Con la AFI y García Luna ocurre lo mismo que el secretario escribió en su libro Contra el crimen, ¿por qué 1,661 corporaciones de policía no bastan?: “Aquellos que criticaban y señalaban a la PJF, eran los mismos que habían participado en su formación o deformación en forma directa o indirecta a través de una política de desdén y corrupción”.
Además, también aparece en ese texto, escrito durante el gobierno de Vicente Fox, una situación que hoy es denunciada por los agentes de la AFI, en el sentido de estar siendo presionados para renunciar a la corporación para la cual trabajan y pasarse a las filas de la PFP o lo que será la nueva corporación.
El secretario de Seguridad Pública federal explica así en su texto cómo inició la desaparición de la PJF: “En la primera reunión que tuve con mis subalternos, subrayé que el policía que quisiera sumarse a un esquema de operación sano y profesional era bienvenido, pero quien no lo asumiera así tendría que irse porque comenzaba un proceso de saneamiento sistemático”.
Según el libro de García Luna “la mayoría de los países con menores índices de criminalidad operan con el sistema de policía unificada federal”, y luego, menciona que si se decidiera “la instrumentación en México de este modelo de policía, se requeriría lo siguiente: integrar en un solo cuerpo a los policías federales que actualmente participan en funciones sustantivas para conformar un cuerpo federal de policía (…) en particular fusionar la AFI y a la PFP con todos sus recursos humanos, materiales, atribuciones y capacidades. En el caso de la agencia, su especialidad en tareas de análisis táctico e investigación; para el caso de la PFP era su capacidad de despliegue territorial y de fuerza de reacción”.
En la actualidad, se realizan los movimientos administrativos necesarios para esa fusión, a pesar de que no existe un ordenamiento legal que lo permita.