■ CCE: no hay motivos para “apanicarse”
Exigen empresarios mano dura contra delincuentes
El sector empresarial exigió a los tres niveles de gobierno aplicar “mano dura” para detener la ola de violencia generada por el crimen organizado, porque algunos corporativos mexicanos ya fueron orillados a plantearse llevar sus inversiones al exterior y emigrar a Perú o Estados Unidos.
El presidente del Consejo Mexicano de Hombres de Negocios, Claudio X. González Laporte, pidió “mano dura donde se tenga que hacer mano dura, porque desafortunadamente el género humano hay momentos que es lo único que respeta, lo único que entiende”.
Por separado, el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Armando Paredes Arroyo, manifestó que “la inseguridad genera preocupación e incertidumbre; es importante que el gobierno use todos los instrumentos que tiene disponibles, todo el poder que tiene, para aplicar todo el peso de la ley” contra el hampa, sobre todo los responsables del atentado en Morelia, Michoacán.
Se manifestó confiado en que se resolverá la problemática, y consideró que ni la inseguridad ni la crisis económica pueden ser motivo para “apanicarse”.
Por separado, el presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana, Ricardo González Sada, dijo que tanto la inseguridad como la crisis económica en Estados Unidos han provocado entre los inversionistas mexicanos “mucho más prudencia” y que “se pospongan programas de inversión, o que eventualmente se espere a que haya un poco más de claridad en esta situación”.
A su vez, Miguel Marón Manzur, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación, también consideró que la inseguridad es una variable que ya analizan los inversionistas en sus proyectos para instalarse en México. “Antes el tema era el mercado, la mano de obra, la infraestructura”, precisó.
Algunos líderes de las agrupaciones que integran el CCE, la llamada “cúpula de cúpulas” del sector privado, tuvieron posiciones encontradas frente a esos temas. No obstante, todos coincidieron en señalar que la crisis económica es pasajera, mientras el problema de inseguridad se debe enfrentar con la unidad y la fuerza del Estado.