■ El Museo del Prado abrirá temporada de exposiciones con las obras del artista

Reunirán por primera vez en España 35 cuadros y 5 grabados de Rembrandt

■ La muestra antológica incluye desde sus pinturas juveniles hasta las más tardías

Armando G. Tejeda (Corresponsal)

Madrid, 17 de septiembre. La muestra con la que el Museo del Prado abrirá la nueva temporada de exposiciones seguirá en la estela de las más recientes, que han destacado por su museística vanguardista y heterodoxa, y por el valor de exhibir obras singulares y determinantes en la historia del arte.

En esta ocasión, el recinto madrileño reunirá por primera vez en España 35 pinturas y cinco grabados de Rembrandt, en lo que aspira a ser una gran antología del maestro holandés, en la que se incluirán piezas fundamentales de su obra, como las que realizó en el ocaso de su vida.

Rembrandt van Rijn (1606-1669) es uno de los grandes maestros en la historia del arte, quien además de representar una de las visiones más originales y polifacéticas del Siglo de Oro también fue un revolucionario de la pintura.

Concreción de varios sueños

El Museo del Prado, una de las pinacotecas más importantes del mundo, en su amplio bagaje sólo posee un cuadro del artista holandés. Se trata de Artemisa (1634), si bien cuenta con una colección generosa de algunos de los pintores más determinantes en la vida de Rembrandt, como Tiziano y Rubens, quienes fueron –según contó el propio artista– una de sus “fuentes de inspiración”.

Asimismo, el recinto madrileño también tiene la colección más numerosa de otro de los grandes del pincel y que fue, además, coetáneo de Rembrandt: Diego de Velázquez.

Con la exposición que se inaugurará el próximo octubre, Rembrandt, pintor de historias, el Museo del Prado concretará varios sueños: reunir por primera vez en España una amplia selección de la obra más excelsa y determinante en la historia de Rembrandt –desde sus pinturas juveniles hasta las más tardías–; confrontar por primera vez la obra del pintor con las piezas con las que cuenta el museo, de sus “fuentes de inspiración”, Tiziano y Rubens; y, por último, situar por primera vez en la historia en un mismo espacio físico las obras fundamentales de Velázquez y Rembrandt, quizá los dos artistas más influyentes de su época.

La pintura del Siglo de Oro

Miguel Zugaza, director del Museo del Prado, explicó que “no hay mejor forma de empezar, que con las extrañas historias de Rembrandt, pues además de que echábamos de menos más obras del maestro holandés en el museo también servirá para devolver protagonismo a toda la pintura del Siglo de Oro”.

Alejandro Vergara será el comisario de la exposición, por lo que él mismo avanzó algunos detalles: en las piezas estarán representadas, en orden cronológico, todas las fases de la carrera de Rembrandt.

De sus obras de juventud se incluirá el cuadro San Pedro y San Pablo, que prestará la National Gallery of Victoria de Melbourne. Mientras que de su “fase de madurez” se mostrará Sansón y Dalila, en propiedad del Stadel Museum de Frankfurt.

“La fase más personal de la carrera de Rembrandt, sus últimos años hasta su muerte en 1669, está protagonizada por varias obras características de este periodo incluida una de las más importantes pintadas por el artista en estos años, la Betsabé del Museo del Louvre”, explicó Vergara.