■ Ignoran llamado de los demás grupos a evitar politiquerías
Panistas se quedan solos en los ataques al jefe de Gobierno
■ Fuerte dispositivo de vigilancia en zona aledaña al recinto legislativo
Ampliar la imagen La calle Donceles fue cerrada por personal de resguardo de la Asamblea Legislativa, con motivo del segundo Informe de actividades del jefe de Gobierno del Distrito Federal Foto: Carlos Ramos Mamahua
Ampliar la imagen Durante la lectura del segundo Informe de gobierno, diputadas panistas exhibieron carteles en contra de la gestión de Marcelo Ebrard, en el salón de plenos de la Asamblea Legislativa Foto: Carlos Ramos Mamahua
Para la fracción del PAN en la Asamblea Legislativa, los llamados de los otros grupos parlamentarios para hacer a un lado “politiquerías” y asumir una actitud responsable en la actual coyuntura, fueron llamados a misa, y ni ellos ni sus simpatizantes dejaron ir en blanco al jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard. Pero en esa estrategia se quedaron solos, nadie los secundó.
Primero fueron cinco de sus legisladoras quienes aprovecharon las palabras del mandatario capitalino para alzar, desde sus curules, cartulinas en las que criticaban los conflictos viales, las obras inconclusas y la deficiencia de los servicios públicos.
Desde otro flanco, Margarita Martínez, también del blanquiazul, aprovechó su cargo de secretaria de la mesa directiva para levantar a espaldas del Ejecutivo local una pancarta en la que criticaba el eslogan de esta administración, “Ciudad en Movimiento”, comparándola con la saturación vehicular de las horas-pico.
Luego, desde la corraleta del PAN, y a espaldas de su líder en esta capital, Mariana Gómez del Campo, y del diputado federal, Obdulio Ávila, un joven vociferó: “¡Marcelo, si no puedes, salte!” y desplegaron dos mantas que les fueron de inmediato arrebatadas por elementos de resguardo.
Al advertir que su estrategia no tenía eco, los panistas declinaron en esa acción, dejaron de alzar sus cartulinas y se limitaron a escuchar las intervenciones de sus homólogos. Un último intento lo hizo otro de sus integrantes, Ezequiel Rétiz, quien en la ronda de preguntas y respuestas criticó a Ebrard el que en su opinión no esté trabajando “hombro con hombro” con el presidente Felipe Calderón.
La sola mención de este nombre generó un alud de rechiflas y epítetos de propios y extraños. “Es un burro”, “fuera..., “ya cállate”, le endilgaron.
Salvo esos incidentes, el Informe de gobierno de Marcelo Ebrard se desarrolló sin mayores contratiempos, incluso en el exterior del recinto de Donceles y Allende, donde se concentraron cientos de simpatizantes del Ejecutivo local.
Con todo y ello, fue evidente el reforzamiento de las medidas de seguridad alrededor de la ALDF solicitadas y encabezadas por el personal de la oficina de Logística del Gobierno del Distrito Federal, lo que impidió que diversos grupos sociales llegaran a manifestarse contra Ebrard, como los vecinos de Tláhuac que se oponen a la línea 12 del Metro, y ex trabajadores de la Ruta 100.
Los que también sufrieron ese reforzamiento fueron muchos de los representantes de los medios de comunicación, a quienes se “encerró” en un pequeño espacio que les impidió entrevistar a los invitados al Informe de Ebrard, lo que derivó en altercados verbales ante la negativa de los elementos de seguridad de franquearles el paso.
El calor y lo largo del informe provocó que el número de asistentes fuera en “picada” conforme pasaron las horas y alrededor de las tres sólo unos cuantos quedaron en el lugar enarbolando las mantas de su organización, por lo que la policía no reportó ningún incidente durante el operativo de vigilancia en las inmediaciones de la ALDF, que inició desde las siete de la mañana, cuando se cerró el paso a los vehículos.