■ Salvador Reyes compromete su puesto al frente del Necaxa
Sufrido triunfo de La Máquina
La Máquina sufrió de más ante un Necaxa sin argumentos, pero al final sacó la victoria 2-1, no por falta de ambición, sino simplemente porque la precisión no brilló en los botines de los jugadores celestes la tarde de ayer en el estadio Azul.
El cuadro cementero se consolidó en el liderato del sector dos, con 13 puntos, mientras Necaxa se mantiene con seis en el grupo tres, lo cual compromete al técnico Salvador Reyes, pues sólo tiene una victoria y arrastra cuatro fechas sin triunfo.
Necaxa fue parco y lució carente de iniciativa, se cerró mezquinamente esperando algún error del rival para salir en contragolpe y encomendó su juego a la gracia de su hombre clave, el goleador colombiano Hugo Rodallega.
Ante este escenario, Cruz Azul fue el responsable de las acciones, pero los esfuerzos no culminaban en tantos. Pese a la presión insistente sobre el área necaxista, los celestes regalaron varias oportunidades claras.
Apenas arrancaba el duelo cuando el uruguayo Nicolás Vigneri hizo una incursión peligrosa en el área rival, pero estrelló el balón contra el travesaño, como un aviso para el Gato Ortiz, quien tuvo una tarde demasiado ajetreada.
Más tarde, César Villaluz también intentó vencer al tatuado arquero, pero una vez más la falla en la definición dejó sólo en susto la posibilidad de abrir el marcador. No obstante, el yerro más escandaloso fue del paraguayo Cristian Riveros, quien desperdició una oportunidad, de esas que parece más difícil fallarla.
Pablo Zeballos envió un balón que sólo necesitaba ser empujado para colocarlo en el fondo de la meta, ante un Gato Ortiz que ya estaba vencido, pero Riveros tocó muy mal, “sin ver”, dijo el jugador, y arruinó el esfuerzo de su compañero.
Pese a que los visitantes llegaron urgidos de puntos, no parecían interesados en equilibrar las acciones; fue hasta el minuto 24 cuando dieron noticias de vida en una falta que cobró Rodallega, pero que llegó directamente a las manos del joven arquero Yosgart Gutiérrez, quien gran parte del encuentro estuvo como en día de campo.
El primer tiempo terminó con más pena que gloria, y cuando parecía que sería un partido para el olvido, ambas escuadras regresaron dispuestas a imprimir más intensidad a las acciones.
Necaxa volvió con otra disposición para disputar la parte complementaria. En los primeros minutos, el colombiano Everaldo Barbosa tuvo un chispazo que puso a temblar a los celestes, pero la acertada intervención del veterano Joaquín Beltrán aplacó los ánimos.
Ante la sacudida, la ofensiva cementera se fue con todo hacia adelante y, en una jugada fabricada por Gerardo Torrado, Zeballos contrarremató un rechazo del Gato Ortiz, para anotar el 1-0 al minuto 55.
Sin embargo, poco duró la alegría, porque unos minutos después Rodallega cobró una falta que colocó con maestría en la meta de Gutiérrez, quien alcanzó a tocar el balón, pero le faltó pericia para quedarse con el esférico y evitar el 1-1.
Riveros pasó de villano a héroe y decretó el triunfo de La Máquina. El necaxista Luis Valdés yacía sobre el césped solicitando asistencia médica cuando Villaluz centró y el paraguayo resolvió con la zurda, para el 2-1, al minuto 77.