■ Más empleo y crecimiento económico, resultado de las propuestas aprobadas: Mario Delgado
El desarrollo social será impulsado con recursos públicos y privados
■ Los cambios jurídicos permitirán crear fideicomisos de bienes raíces en el mercado de valores
■ Ahora se dará un uso más inteligente a las concesiones, asegura el secretario de Finanzas
Ampliar la imagen Mario Delgado, secretario de Finanzas del GDF, durante la entrevista Foto: José Antonio López
Una vez que la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) aprobó las reformas que propuso el jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, a las leyes de Obras Públicas, Adquisiciones y Régimen Patrimonial, y del Servicio Público, la ciudad de México cuenta con el marco jurídico para la inversión más moderno y eficiente del país, aseguró el secretario de Finanzas capitalino, Mario Delgado Carrillo.
En entrevista, explicó que con la participación del sector privado en la construcción de infraestructura urbana mediante coinversiones, proyectos de prestaciones de servicios a largo plazo, contratos multianuales, financiamientos estructurales y acuerdos de transferencia de tecnología, el gobierno de la ciudad no sólo se vuelve socio del beneficio social de los proyectos, sino que también de los beneficios económicos –genera nuevas fuentes de ingreso– y se acelera el crecimiento económico de la entidad haciéndola más competitiva, sin descuidar la inversión en capital humano, es decir, en los programas de desarrollo social.
“Lo que se está haciendo –explicó– es utilizar de manera distinta los activos de la ciudad, potencializando su valor para que a su vez nos sirva para potencializar el desarrollo de la infraestructura”, con la participación del sector privado, porque “ninguna ciudad puede acometer por sí sola, con recursos públicos, las obras necesarias para su modernización”.
El funcionario resaltó las reformas a la Ley del Régimen Patrimonial para permitir los financiamientos estructurados en la provisión de servicios públicos, lo cual significará un cambio radical en el mercado inmobiliario de la ciudad, porque permitirá tener fideicomisos de bienes raíces en el mercado de valores, es decir que inyectará recursos al sector que es hoy uno de los más activos en la ciudad.
Comentó que mientras el marco jurídico para la inversión en la ciudad no cambió, los mercados financieros tuvieron un desarrollo muy acelerado: el plazo de los financiamientos se amplió de manera sustancial y hay muchos capitales que están buscando proyectos productivos de mediano plazo, rentables, dónde colocarse. La reforma permite a la ley ponerse acorde para aprovechar esas ventajas.
“Explico la diferencia: para entrar al mercado de valores tienes que llegar y decir, esta es mi empresa, tengo cinco años con utilidades, este es mi capital y estos son mis socios, quiero hacerme empresa bursátil. El mercado te analiza y dice, está bien, pasas a ser una empresa pública en el mercado de valores. Lo que nunca ha ocurrido es que llegas y dices, tengo este proyecto, voy a construir el túnel, voy a construir un Cetram, voy a construir un tranvía, esta es la proyección financiera, estos son los derechos de propiedad, esto es cómo el Gobierno de la ciudad se está asociando conmigo y estas son las utilidades esperadas, quiero el financiamiento en el mercado de valores. Entonces el mercado de valores dirá, es rentable, es consistente, yo me vuelvo parte de él. Eso es lo que no existía y eso es lo que va a aportar la ciudad de México.”
Delgado distinguió una ventaja más con dichos instrumentos de financiamiento respecto del esquema tradicional de concesión, el cual no necesariamente funciona en favor de la utilidad pública porque los particulares, al buscar maximizar su utilidad, lo hacen muchas veces en detrimento de la calidad del servicio. Ahora se dará un uso más inteligente a las concesiones al permanecer el gobierno como socio del negocio y participar en la renta que se genere.
Las reformas, agregó, garantizan que sea el gobierno el que ponga las reglas porque es el que define a qué y cómo se invita al sector privado, salvaguardando siempre la titularidad pública.
“La idea del jefe de Gobierno es acelerar el crecimiento económico de la ciudad, a partir de dos tipos de inversiones: la inversión en capital humano, que son todos los programas sociales, y la inversión en infraestructura, con el objeto de hacer a la ciudad más competitiva y mejorar las condiciones de vida de los capitalinos. Ese es el plan global general, pero ¿cómo aumentas la inversión en infraestructura?: primero, haces un esfuerzo importante en inversión pública, mantienes tu política de contención de gasto corriente, de austeridad, la mayoría de los recursos es a los programas sociales y a infraestructura, sin embargo eso no es suficiente, ¿cuál es el siguiente paso?, multiplicas las posibilidades en donde pueda participar el capital privado, obviamente con la regla de que son proyectos con un claro beneficio social.”