■ En París transforman in vitro células embrionarias en neuronas de la corteza cerebral

Exploran producir granjas de sangre a partir de células madres

■ Una compañía de Massachusetts espera cultivar glóbulos rojos

■ Científicos franceses confían en que trasplantes en el cerebro se conviertan en alternativas contra enfermedades degenerativas

Reuters y Afp

Washington y París, 21 de agosto. Las células madres embrionarias pueden utilizarse para cultivar glóbulos rojos que podrían conducir a la creación de granjas proveedoras de fuentes ilimitadas de sangre, reportaron investigadores estadunidenses.

El equipo de Advanced Cell Technology de Massachusetts espera que los hallazgos puedan ayudar a salvar a esta compañía, que está en dificultades y busca desesperadamente inversionistas para mantenerse a flote.

“Creo que realmente es un gran avance para nosotros”, dijo Robert Lanza, director científico de la compañía, una de las pocas empresas comerciales que trata de hacer negocios en el emergente campo de las células madres.

Estas últimas son las células maestras del cuerpo, las cuales reponen varias de ellas y tejidos muertos. Las células madres tomadas de embriones de pocos días son especialmente poderosas y tienen la capacidad de producir otras de cualquier otro.

Células bajo pedido

Los médicos esperan poder usarlas algún día para proveer trasplantes a la medida de los pacientes y estudiar diversas enfermedades. Un problema es que el sistema inmune pueda rechazar los tejidos crecidos a partir de las células madres de otra persona.

Los glóbulos rojos podrían ser una excepción, porque carecen de núcleo, informaron Lanza y colegas en la University of Illinois en Chicago y la Clínica Mayo. “Uno no tiene que preocuparse de que el ADN se estropee”, reveló.

Lo que Lanza prevé es el cultivo de lotes de células a partir de embriones humanos que posean todos los tipos sanguíneos diferentes: A, B, O y AB, así como las versiones Rh positivo y negativo de cada una.

El O negativo, considerado universal porque puede transfundirse con seguridad a individuos que posean cualquiera de los otros tipos, sería el más deseable, afirmó Lanza.

“La capacidad de generar la cantidad que uno quiera bajo pedido es, obviamente, muy atractiva”, expresó.

Los investigadores primero lograron que las células madres embrionarias diferenciaran las células precursoras de la sangre, y luego encontraron una manera de conseguir que siguieran el camino hasta convertirse en eritrocitos, los glóbulos rojos que transportan el oxígeno a través del cuerpo.

Éstos transportaron el oxígeno correctamente y parecen capaces de entregarlo a los tejidos, reportaron.

“Actualmente podemos generar hasta 100 mil millones de glóbulos rojos a partir de una placa única de un flujo de seis células madres”, dijo Lanza.

El gobierno de Estados Unidos limita estrictamente el financiamiento a la investigación en células madres embrionarias debido a las controversias del uso de embriones humanos.

Avances europeos

Por otro lado, en París, científicos europeos descubrieron cómo transformar, in vitro, células madres embrionarias en gran cantidad de neuronas de la corteza cerebral, abriendo así camino a nuevas perspectivas para investigaciones médicas de enfermedades neurológicas.

La corteza cerebral es una estructura compleja formada por células nerviosas o neuronas, las cuales son blanco de enfermedades como el Alzheimer.

Estos trabajos, llevados a cabo por el equipo de Pierre Vanderhaeghen de la Universidad Libre de Bruselas (ULB), y Afsaneh Gaillard, del Centro Nacional de Investigaciones Científicas de Francia (CNRS) de la Universidad de Poitiers, fueron difundidos el domingo en el sitio web de la revista científica Nature.

Nicolas Gaspard (ULB) descubrió primero que células madres embrionarias “pueden ser transformadas en neuronas de la corteza (cerebral) según un mecanismo espontáneo simple y eficaz, recapitulando lo esencial de la complejidad de la corteza pero en cajas de cultivo celular” en el laboratorio.

Esas neuronas, generadas íntegramente fuera del cerebro, fueron transplantadas por Gaillard a órganos similares de ratones. Al cabo de un mes, el examen de los roedores permitió constatar que las neuronas se conectaron formando circuitos adecuados.

“Por primera vez se tiene acceso a una fuente ilimitada de neuronas específicas de la corteza”, añadió Gaillard. Según Vanderhaeghen, esta producción (corticogénesis) in vitro constituye una “herramienta innovadora para la investigación” y podría servir para probar nuevos medicamentos.

A largo plazo, el trabajo abre camino a trasplantes intracerebrales contra enfermedades degenerativas, vasculares o traumáticas que afecten la corteza del cerebro.

Otros equipos ya fabricaron neuronas de una parte de la corteza mediante células madres embrionarias, aunque la identidad de las células obtenidas sigue siendo incierta.

En 2004, un equipo de Nueva York indicó que había generado neuronas humanas capaces de segregar una sustancia química faltante en la enfermedad de Parkinson.

Sin embargo, esas neuronas no pertenecen a la corteza sino a otra región cerebral, destacó la investigadora.