La Jornada Olímpica
■ Regresan de Pekín cargados de discursos y buenos deseos para 2012
Insisten atletas en la grave carencia de apoyos que impulsen al deporte
Con el regreso del segundo grupo de atletas tras su participación en los Juegos Olímpicos de Pekín se revivió el discurso de la falta de respaldos, organización y trabajo en equipo del deporte mexicano.
El desempeño de la delegación mexicana “fue muy bueno”, consideró la nadadora Adriana Marmolejo, para quien Pekín 2008 fue su tercera cita olímpica, en la que mejoró los récords mexicanos, los que ella misma ha ido superando a lo largo de 15 años como pechista.
“Fue muy buena la actuación, porque yo creo que el deportista mexicano no tiene mucho apoyo, no tiene mucha infraestructura, muchas competencias, no tiene todo lo que se necesita para estar al nivel de Estados Unidos o China, y aun así vemos que varios están en el top 20 o 25, ganándole a países que tienen un poquito más de apoyo.
“Tomando en cuenta los recursos y nuestra situación, creo que fue una buena actuación”, destacó la ondina, quien a sus 26 años aspira a una cuarta actuación en Londres 2012.
Para llegar en un mejor nivel a esos juegos, señaló, se requiere “un poquito más de apoyo constante durante los cuatro años, un poco más de ayuda médica y más competencias de fogueo. Ahorita la natación en Europa está muy en lo alto, y nosotros nos hemos quedado en nada más ir a Estados Unidos.
“Espero que los directivos abran los ojos hacia la situación en la que está el deporte mexicano y en lo que se tiene que hacer para mejorar. Sí se puede, sólo es cosa de comprometerse con el deporte”, expresó Marmolejo.
María Fernanda González, la también nadadora que sorprendió por haber calificado a los Juegos Olímpicos en dorso a los 16 años, se mostró molesta ante las críticas en torno a los resultados de los mexicanos, las que atribuyó al “desconocimiento” general en torno al deporte nacional.
Para mejorar, afirmó González, “se necesita hacer un trabajo de equipo, no sólo en una alberca con un entrenador, sino un trabajo en conjunto, de país, en el que se impulse a los niños a hacer deporte, con eso va a erradicar muchísimo la obesidad en México y a la vez va a crear héroes, porque hay muchísimo talento”.
En el contingente también viajaron representantes de pruebas de tiro, ecuestres, pesas y atletismo, entre ellos estaba el marchista Éder Sánchez, para quien fue obligado referirse al drama estomacal que lo hizo abandonar el grupo puntero en la prueba de 20 kilómetros, a pesar de lo cual terminó en el puesto 15.
“Ya quería llegar; fueron muchas horas de vuelo”, fue la primera frase del andarín al bajar del avión, y respecto de las “agruras” que lo atacaron durante la prueba, indicó que “no me había adaptado todavía al horario, un poquito todavía a los alimentos. No me sentí tan bien, me faltaron días de adaptación”.
Sin embargo, afirmó que está “contento, porque no terminé en una buena posición ni con un buen tiempo, pero terminé la prueba. Yo nunca prometí una medalla, sino llegar entre los seis primeros lugares, lo que no pude cumplir, pero también fue muy fuerte”, indicó Sánchez.