■ La prohibición no es el camino contra la obesidad: Vázquez Mota

No retirará la SEP productos chatarra de tiendas escolares

■ De 1999 a 2006 aumentó a 26 por ciento el sobrepeso entre niños: Ssa

Karina Avilés

A pesar de que en México hay cerca de 8 millones de niños con problemas de desnutrición o sobrepeso, y de que en la capital del país los dulces, los refrescos, las tortas y las frituras alcanzan 51 por ciento del consumo en las secundarias y 48 por ciento en las primarias, la Secretaría de Educación Pública (SEP) no retirará los productos chatarra.

La titular de la dependencia, Josefina Vázquez Mota, indicó que la prohibición de cierto tipo de alimentos no es el mejor camino para evitar el sobrepeso y la obesidad: “no basta prohibir… creemos en el camino de la formación, el ambiente también colabora a una mejor alimentación, y es lo que queremos construir con las cooperativas escolares”.

Durante la presentación del Diagnóstico del Estado Actual en las Cooperativas Escolares en el Distrito Federal, donde se recordó que México es el segundo país en el mundo con esta problemática, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Secretaría de Salud, Mauricio Hernández, destacó que de 1999 a 2006, el sobrepeso y la obesidad en los niños de cinco a 11 años aumentó de 18.6 a 26 por ciento. Y en ese periodo se incrementó en cerca de 40 por ciento la proporción de la población general en esta situación.

Presentado por el administrador federal de Servicios Educativos en el Distrito Federal, Luis Ignacio Sánchez, el estudio se realizó en 17 escuelas de la capital del país, con una muestra de 386 alumnos y 79 maestros. Reveló que 72 por ciento de los estudiantes de secundaria y 48 por ciento de los de primaria apuntan que en sus clases no les explican qué alimentos de los que se venden en su escuela son saludables.

En la secundaria, los escolares consumen los siguientes alimentos ricos en azúcares y grasas: dulces (14 por ciento), frituras (13 por ciento), refrescos (13 por ciento), quesadillas y tacos (5 por ciento), y tortas (6 por ciento). En primaria, 13 por ciento come dulces, 11 por ciento frituras, 6 por ciento toma refrescos, 13 por ciento quesadillas y tacos, y 5 por ciento tortas.

En tanto, 20 por ciento de los maestros de primaria señalaron que los productos que más se venden en la cooperativa escolar son las paletas de hielo; 19 por ciento dijeron que quesadillas y 17 por ciento dulces. En secundaria, 18 por ciento de los docentes respondió que golosinas, 16 por ciento frituras y 14 por ciento dijo que lo que más se consume es el agua embotellada, lo cual “tiene que ver con la moda light entre las alumnas”. Las verduras no aparecen siquiera en la lista de productos de las cooperativas.

No obstante, en las primarias, 88 por ciento de los mentores consideraron que los productos que se venden en las escuelas son “muy saludables” y “saludables”; no así en las secundarias, donde 34 por ciento dijo que son poco higiénicos. Sólo 6 por ciento consideró que las cooperativas proporcionan alimentos “sanos y frescos”.

Por otro parte, el estudio reveló que los proveedores cercanos al personal de la escuela o los padres de familia que participan en la venta suman 17 por ciento. También destaca que gran proporción de los fondos sociales de las cooperativas y ante la falta de canalización de recursos de la SEP a las escuelas, gran porcentaje del dinero recaudado se destina a necesidades básicas. En primaria, 17 por ciento de los maestros dijo que estos fondos van a la reparación de instalaciones eléctricas y plomería, y en secundaria, 15 por ciento señaló que se utilizan para el material de aseo.