El Estado ruso financiará cine “patriótico”
Moscú, 17 de agosto. El gobierno ruso financiará, a partir de enero, una decena de películas de corte “patriótico”, como hacía en su tiempo la Unión Soviética, cuando el cine era el principal instrumento ideológico del régimen comunista.
El nuevo ministro de Cultura, Alexandre Avdeev, anunció a principios de julio que “a partir de 2009, el Estado hará encargos con el financiamiento consecuente”, con la finalidad de promover largometrajes con contenidos más “humanos” y “patrióticos” que los actuales.
Directores eminentes, apoyados por los mejores equipos, tendrán derecho a hacer cine con presupuestos cubiertos con fondos públicos, prometió.
Órgano especial
“¿Y quién decidirá lo que es patriótico?”, se preguntó a Serguei Melkumov, productor de la película Los nuestros, quien narra episodios antes censurados de la Segunda Guerra Mundial.
“Un órgano especial, integrado por representantes de la administración del gobierno, definirá los temas y velará para que la ideología del proyecto no se modifique en el camino”, explicó Igor Kallistov, subdirector de la Agencia Federal de Cinematografía.
El Estado ruso subvencionó en 2007 un centenar de largometrajes, de los 116 nacionales que llegaron a las pantallas, pero la mayoría recibió entre medio y un millón de dólares.
“El Estado debe restringir el número de los beneficiarios en provecho de los estudios capaces de producir películas de éxito”, estimó Leonid Verechtchiaguin, director del estudio Tri T, de Nikita Mijalkov.
“El gobierno hace bien en volver al sistema de encargos aplicado en la entonces URSS, que dio muchas obras maestras”, consideró Verechtchiaguin, también representante ruso en la Federación Internacional de Asociaciones de Productores de Filmes.
En la época soviética se rodaron, por ejemplo, Guerra y paz y Moscú no cree en las lágrimas (sendos Óscares en la categoría de película de habla no inglesa, en 1968 y 1979, respectivamente) o Cuando pasan las cigüeñas (Palma de Oro del Festival de Cannes en 1958).