Balance Olímpico
■ Los Juegos de Phelps
Ampliar la imagen Tatiana Ortiz y Paola Espinosa han logrado la única medalla para México hasta ahora Foto: Reuters
Los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 no sólo serán recordados por el dominio de los anfitriones, quienes han desplazado a Estados Unidos del sitio de honor en el medallero, al sumar hasta ayer 35 de oro, 13 de plata y 13 de bronce, para un total de 61, sino también serán el referente de la hazaña lograda por el nadador estadunidense Michael Phelps, quien está en la cima del olimpo al conquistar ocho preseas de oro en una misma justa, lo que nadie antes había hecho (Mark Spitz ganó siete doradas en Munich 72) y se convirtió en el mejor atleta de la historia del olimpismo, pues suma 14 oros y dos bronces, ya que en Atenas obtuvo seis primeros y dos terceros lugares.
La hazaña de Phelps acaparó los reflectores durante la primera fase de los juegos chinos. Todos estuvieron pendientes de sus actuaciones en el Cubo de Agua, donde además impuso siete récords mundiales y uno olímpico.
Sin embargo, casi no lo logra. Tuvo un obstáculo durante el relevo de 4x100 libres. Phelps abrió la competencia, pero no pudo poner en ventaja a su equipo; los franceses se fueron a la cabeza, y a pesar de los esfuerzos de sus compañeros Garrett Weber-Gale y Cullen Jones no podían acortar la diferencia. La medalla se escapaba. El mejor nadador de Francia, el fortachón Alain Bernard, cerró la competencia. Parecía que todo estaba decidido. No obstante, Jason Lezak hizo lo que parecía imposible y se convirtió en héroe al ganar la prueba en los metros finales y darle la ansiada presea a Phelps y a Estados Unidos.
La otra medalla que casi se le escapa fue la de 100 mariposa, la que ganó con el último aliento apenas por una centésima de segundo. Hubo dudas, pues en la imagen de la televisión daba la impresión de que el nadador serbio Milorad Cavic había tocado primero. Se creó la polémica, los serbios protestaron, pero finalmente el tablero electrónico no mintió y las imágenes subacuáticas dieron fe de ello. El triunfo de Phelps era legítimo.
Los ocho oros los logró en cinco pruebas individuales: 100 y 200 mariposa, 200 libres, así como 200 y 400 combinado individual. Las otras tres las ganó con el apoyo de sus compañeros en los relevos de 4x100 y 4x200 libres y 4x100 combinados.
Y mientras Phelps hacía historia en la piscina, en la pista de atletismo los jamaiquinos se convertían en los reyes de la velocidad.
Usain Bolt ganó con una facilidad asombrosa la prueba reina de los 100 metros, con récord mundial de 9.69 segundos, tiempo que pudo reducir aun más si no hubiera volteado y celebrado anticipadamente su victoria. En la prueba femenil, sus compatriotas Shelly-Ann Frazer, Kerron Stewart y Sherone Simpson hicieron el 1-2, pues la primera se llevó el oro, con 19.78 segundos, y las otras dos obtuvieron plata cada una, al empatar con 10.98.
¿Y México?
Sólo Paola Espinosa y Tatiana Ortiz han dado un metal, en clavados sincronizados de plataforma, donde lograron el bronce y dieron un respiro a los angustiados funcionarios deportivos, quienes liberaron su tensión y aprovecharon la competencia para pasear a sus familias y turistear por la legendaria China.
Laura Sánchez, cuya vida personal se hizo pública cuando su madre denunció que fue abusada sexualmente por Francisco Rueda, lo cual la clavadista nunca ratificó, se ubicó décima en la final de trampolín y ahí estuvo con ella el cuestionado entrenador, quien a pesar de estar suspendido por la federación portaba su gafete oficial.
La decepción ha sido Éder Sánchez, el gran favorito para adjudicarse los 20 kilómetros de marcha. “Quiero aportar lo mío”, dijo antes de la competencia; “estoy listo, bien preparado, buscaré con todo mi objetivo, no estoy presionado”. Pero la realidad fue muy distinta, se acalambró, aflojó el paso y llegó en el lugar 15. Su justificación fue que le dieron agruras, pues tuvo una cena condimentada (espagueti con salsa) que lo indigestó y le provocó gastroenteritis.
¿Dónde estuvieron los 40 médicos que llevaron el Comité Olímpico Mexicano y la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte para atender a los atletas? Con esos hábitos sería mejor que para los siguientes juegos, si es que clasifica, le dieran sus dosis de sal de uvas en lugar de becas, para que tenga mejores resultados.
Ana Gabriela Guevara, quien asistió a Pekín como comentarista y pidió licencia a su cargo como directora del Instituto del Deporte del Distrito Federal, dejando en el olvido el Maratón de la Ciudad de México, que se corrió ayer ante la indiferencia total, aprovechó el resultado de Éder para seguir despotricando contra la falta de trabajo de la Federación Mexicana de Atletismo y las autoridades deportivas, y reiterar que por eso ella se retiró.
Por cierto, Ana dejó un hueco que será muy difícil de llenar, como ya se vio después de la participación de Gabriela Medina, quien se quedó en las semifinales de 400 metros y lo que depare al relevo femenil de 4x400.
La grata sorpresa fueron los arqueros. Juan René Serrano nos hizo soñar con otro podio, pero su puntería falló al final, cuando disputaba el bronce, para quedarse en el cuarto sitio, el mejor lugar que ha alcanzado algún mexicano en la historia de la arquería. La adolescente Mariana Avitia fue la revelación del torneo, al clasificar a los cuartos de final y terminar en el octavo puesto general, superando las expectativas que había sobre ella.
Los nadadores tuvieron buenos resultados. Susana Escobar fue la mejor del grupo, al superar los récords mexicanos en las pruebas de 200, 400 y 800 metros libres. Los experimentados Adriana Marmolejo y Juan José Veloz hicieron lo propio en sus terceros Juegos Olímpicos, tras romper sus marcas en 100 y 200 pecho, ella, y 100 y 200 mariposa, él. La debutante Fernanda González también dejó atrás uno de sus registros en 200 dorso. A pesar de su gran esfuerzo, ninguno avanzó a la siguiente fase.
Las pesistas, quienes llegaron en su mejor momento a estos juegos, llamaron la atención por sus resultados: Damaris Aguirre, sexto lugar en la categoría de 75 kg, y Luz Acosta, octavo sitio en 63 kilos.
Hablando de kilos, Vanessa Zambotti le echó todos los que pudo para avanzar en el judo, logrando un importante triunfo sobre la británica Karina Bryant, campeona de Europa, para después quedar inmovilizada por la monarca olímpica y mundial Maki Tsukada, de Japón. En el repechaje perdió ante una competidora francesa, para ocupar la novena posición de su categoría: 78 kilos.
Pero no todos los sueños han terminado, martes y miércoles Paola y Tatiana volverán a la plataforma. Yahel Castillo compitió esta madrugada en trampolín de tres metros y Rommel Pacheco lo hará el viernes.
El boxeador Arturo Santos, quien junto con sus compañeros pugilistas fueron relegados de la ceremonia de inauguración (el presidente de su federación, Ricardo Contreras, usó sus pases para dárselos a sus cuates de pantalón largo), avanzó a cuartos de final y si ganó está mañana habrá asegurado la medalla de bronce.
También llegará el turno del canoísta Cristóbal Quirino y de María del Rosario Espinoza en taekwondo; ambos son campeones mundiales y sobre ellos recaen las últimas esperanzas mexicanas para conquistar otras medallas.