■ En un mes han robado más de 20 mil huevos en los campamentos
Sin freno, la caza de tortugas y el saqueo de nidos en Sinaloa
■ La carne del quelonio aún se vende en cantinas y puestos de comida
Ampliar la imagen Miles de huevos de tortuga golfina han sido saqueados durante las primeras semanas de arribazón a los santuarios ubicados en costas de Sinaloa. Activistas señalan que la vigilancia de voluntarios es insuficiente y acusaron a la Profepa de no actuar contra los depredadores Foto: Irene Sánchez
Elota, Sin., 17 de agosto. Desde mediados de julio, saqueadores de nidos de tortugas han robado más de 20 mil huevos de la especie golfina en el paraje El Caimanero, municipio de El Rosario, y 4 mil huevos del santuario Playa Ceuta, municipio de Elota.
Además, en la entidad persiste la venta de carne del quelonio, sin que la Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente (Profepa) haga algo, aseguró Fernando Enciso Saracho, coordinador de los campamentos tortugueros de la Facultad de Ciencias del Mar (Facimar) de la Universidad Autónoma de Sinaloa.
El investigador, quien fundó el primer campamento tortuguero en Playa Ceuta hace 30 años, dijo que se denunció ante autoridades de ecología de Elota el saqueo perpetrado por los llamados hueveros y por policías que se apropian del producto decomisado a los depredadores que operan en el paraje Celestino Gazca, el cual pertenece a Ceuta y en 2006 fue declarado santuario de diversas especies de tortuga marina.
Pasantes de la Facultad de Ciencias del Mar y de la Escuela de Biología de Culiacán que hacen su servicio social, así como trabajadores del gobierno municipal, laboran en el campamento tortuguero Ceuta.
Diariamente recorren 40 kilómetros, principalmente por las noches, para vigilar las playas desde la boca superficial del río Cospita hasta Celestino Gasca, pero no han podido contener a los ladrones de huevos.
Enciso Saracho reconoció que durante tres décadas el personal dedicado a la protección de las tortugas ha trabajado en condiciones precarias, pero ha recolectado y sembrado un millón de huevos de tortuga en los campamentos de Ceuta, El Caimanero y en la isla de La Piedra, en el municipio de Mazatlán. Este último sólo funcionó dos años por falta de presupuesto.
El también profesor de la Facultad de Ciencias del Mar lamentó que en taquerías y cantinas de Mazatlán, Culiacán y Escuinapa, entre otras ciudades, siga vendiéndose carne de tortuga.
Señaló que recientemente acudió a un campo pesquero de la comunidad La Reforma, en el municipio de Guasave, donde se encontraron 70 caparazones de tortugas marinas que, según habitantes de la comunidad, fueron sacrificadas para vender su carne en puestos de comida, sin que la Profepa haya investigado.
Vigilancia deficiente
De acuerdo con Fernando Enciso, la vigilancia de la Profepa no ha dado resultados en las playas del sur de Sinaloa, debido en parte a que los inspectores usan motonetas ruidosas, lo que facilita a los depredadores detectarlos y huir. Además, la dependencia “quiere que se presenten denuncias con testigos, y es muy difícil que la gente se preste a ello”, por temor a represalias.
Agregó que en los poblados Los Pozos y La Guasima, municipio de El Rosario, recabó datos de una “depredación incontenible”, que incluye un censo de 212 nidos saqueados en El Caimanero durante 2007, y de 200 entre la segunda quincena de julio pasado y lo que va de agosto, pese a que el ayuntamiento paga a dos biólogos que efectúan labores de vigilancia.
El coordinador de los campamentos tortugueros de la Facimar advirtió que si las autoridades no refuerzan la vigilancia en el campamento El Caimanero continuará el saqueo de huevos de tortuga y no será posible igualar el récord de 86 mil 229 crías liberadas en la temporada 2006-2007, con apoyo de empresas como Maricultura del Pacífico, Syagua y Aquapacific, cuyos trabajadores participan en la vigilancia.