Ecuador tiene evidencia para no pagar deuda externa ilegítima
Quito, 17 de agosto. Ecuador tiene suficiente evidencia para detener pagos sobre unos préstamos internacionales que califica de “ilegítimos”, pero no tomará medidas “irracionales”, aseveró el jefe de un panel del gobierno, que recomendará cuánto de los 10 mil millones de dólares de deuda del país habría que honrar.
El presidente Rafael Correa varias veces ha generado nerviosismo en los mercados con amenazas de anular la deuda considerada “ilegítima”, pero desde que asumió en 2007, su gobierno se ha mantenido al día con los pagos del débito externo.
“Siempre dijimos que no íbamos a pagar la deuda ilegítima o ilegal”, precisó Ricardo Patiño, ministro de Política. “Pero no vamos a tomar decisiones irracionales. El presidente toma pasos pragmáticos sobre la base de una justificación suficiente, no solamente de una justificación financiera, sino legal o de legitimidad”, sostuvo. No obstante, advirtió que los acreedores extranjeros deberían aceptar las decisiones del país sobre la deuda.
Durante su gestión en 2007 como ministro de Economía, Patiño asustó a los tenedores de deuda con promesas de no pagar la deuda “ilegítima”, o el crédito adquirido bajo términos injustos por gobiernos pasados.
Antes de dejar el cargo a fines de julio del año pasado, Patiño lanzó la comisión de auditoría de la deuda, que también está revisando los créditos para detectar indicios de corrupción en su contratación. El panel prevé presentar sus recomendaciones el próximo mes.
Bonos atractivos
Cuando se le preguntó si la comisión medía los riesgos de un incumplimiento unilateral de pago de la deuda, Patiño indicó: “Los riesgos existen, por supuesto (...) tenemos muchos años con la vía de financiamiento cerrada e igual vivimos. No hay que asustarse tanto”.
El último incumplimiento de pagos de la deuda de Ecuador fue en 1999, cuando detuvo todos los pagos sobre bonos denominados en dólares por 6 mil 500 millones de dólares. La nación regresó a los mercados de capitales internacionales esta década, pero retomó la línea dura con la deuda cuando Correa llegó al poder en enero de 2007.
Una razón por la cual los bonos ecuatorianos todavía tienen un importante volumen de operaciones, sin embargo, es que con su actual precio bajo ofrecen rendimientos anuales muy superiores a 10 por ciento, y el gobierno de Correa, a pesar de su retórica dura sobre la deuda, ha cumplido los plazos de todos los pagos.