Usted está aquí: martes 12 de agosto de 2008 Economist Intelligence Unit

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Por los Juegos Olímpicos, este mes Pekín no sólo está invadido de turistas, sino de publicidad de las trasnacionales, que todo patrocinan

El negocio del deporte

Al llegar a la flamante terminal 3 del aeropuerto de Pekín, uno recibe el sonriente saludo de los deportistas más famosos de China: Yao, jugador de baloncesto, y Liu Xiang, ganador de oro en 110 metros con obstáculos en Atenas. No en persona, claro, sino desde la publicidad de Visa: “la única tarjeta que se acepta en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008”.

 
Los eventos deportivos, jugosos negocios para las grandes cadenas de televisión

Deporte y medios, una pareja natural

Bristol, bromea Chuck Pagano, se encuentra en una “zona desmilitarizada”: a mitad de camino entre Boston y Nueva York, en un territorio compartido por aficionados de los Medias Rojas y de los Yanquis. El deporte es allí un negocio serio; casi el único negocio, de hecho. La ciudad, de 61 mil habitantes, es la sede de ESPN, empresa que se ha convertido en sinónimo de televisión deportiva. Con poca modestia pero ninguna justificación, se anuncia como “el líder mundial en deportes”.