■ Tiene el gobierno una visión de país maquilador con mano de obra barata: catedráticos

La falta de espacios en las universidades condena a los jóvenes a la marginación

■ Casi 80% de estudiantes está fuera de la educación superior; “hay riesgo de explosión social”

Laura Poy Solano

Ante una perspectiva de crecimiento constante de la demanda de educación media y superior, en México no existe una visión de “corto o largo plazos” que responda de forma integral a miles de jóvenes que ven “truncados sus sueños de tener una formación universitaria, simplemente porque no alcanzaron un lugar, lo que propicia que generaciones enteras se queden en la periferia no sólo del bienestar material, sino del conocimiento”.

Participantes de un foro sobre educación convocado por el Movimiento de Aspirantes Excluidos de la Educación Superior, advirtieron que la falta de espacios en las universidades públicas del país los condena “no sólo al desempleo, sino a la marginación y a vivir en condiciones económicas, sociales y de salud cada vez más precarias”.

Hugo Aboites, catedrático de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), destacó que desde el gobierno federal se impulsa una perspectiva de futuro para los jóvenes de “país maquilador, de mano de obra barata”.

A esto se suma, indicó, la propia política restrictiva de las universidades públicas de “no abrir su matrícula, y poner en los hechos una jaula de hierro a las aspiraciones de miles de estudiantes que al concluir su bachi- llerato no tienen a donde ir, y caen en un círculo depresivo del que no encuentran salida, porque sienten que todo lo hacen mal, que no sirven para nada y que ya no tienen ningún futuro”.

Por su parte, Hugo Casanova, especialista del Instituto de Investigación sobre la Universidad y la Educación de la UNAM, afirmó que enfrentamos un “problema estructural, ya que no tenemos una política de Estado coherente que pueda dar salida a esta demanda creciente, pues entre 75 y 80 por ciento de los jóvenes está fuera de la atención superior, y esto es un atentado del Estado mexicano contra su propia sociedad, y si no se encuentran los canales para dar salida a tanta presión, entonces enfrentamos estos escenarios de enorme polarización, e incluso de explosión social”.

Aboites, insistió que en el acceso a la educación superior hay un “tapón que genera miles de esperanzas frustradas y esto debe ser una llamada de atención para las autoridades federales, pero desgraciadamente no vemos en la Secretaría de Educación Pública una percepción de la urgencia y la profundidad de esta crisis, porque prevalece la visión de un país maquilador, quizá por eso insisten en invertir en universidades tecnológicas, que desde hace más de 15 años han demostrado que son un total fracaso, porque de 61 planteles que hay en todo el país, sólo cuentan con una matrícula de cien mil. Los jóvenes simplemente no desean acudir a una institución que saben son de mala calidad”.

En tanto, cientos de jóvenes marcharon desde el Monumento a la Revolución y desde la calle de Filomeno Mata a la SEP para demandar a las autoridades federales la instalación inmediata de una mesa de negociación, petición que “sólo le han dado largas, con la esperanza de lograr la desmovilización”.

Integrantes del Movimiento de Estudiantes No Aceptados, destacó que la aplicación del segundo examen de selección en el Instituto Polítecnico Nacional, este 9 de agosto, “sólo es un mecanismo para lavarse las manos, para que las autoridades responsables sólo afirmen que ya hicieron su máximo esfuerzo y para que 55 mil jóvenes nos quedemos en la calle”.