■ Se pone en peligro el abasto de agua de 35 millones de personas, advierten científicos y ONG
Aprueba Semarnat construir la autopista Lerma-Tres Marías
■ Las obras empezarán a más tardar en dos semanas
■ Arrasarán con 22 mil árboles en más de 72 hectáreas
■ Sólo se han liberado derechos de vía para 10 de los 66.5 kilómetros del proyecto
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Integrantes de Greenpeace colocaron frente a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales una manta para protestar por la autorización para construir la autopista Lerma-Tres Marías. La directora de la organización ambientalista en México, Patricia Arendar, acusó a la dependencia de violar la ley, de incumplir sus funciones y de ignorar evidencia científica, en beneficio de intereses privados de corto plazo
Foto: Cristina Rodríguez
La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) autorizó la construcción de la autopista Lerma-Tres Marías, que unirá los estados de México y Morelos. Científicos y ecologistas aseguran que la vía pondrá en riesgo el abasto de agua de 35 millones de personas y un hábitat que alberga 2 por ciento de la biodiversidad mundial.
La dependencia aprobó la tala de unos 22 mil árboles de pino, encino y oyamel en 68 hectáreas del estado de México y en 6.61 de Morelos. La autopista tendrá una longitud de 66.5 kilómetros, 58 en el estado de México y el resto en Morelos.
Greenpeace recordó que la concesión por 30 años fue otorgada a la empresa La Peninsular, que cambió su razón social a Concesionaria Lerma-Santiago-Tres Marías, con capital de la familia Hank González.
Investigadores, ejidatarios y organizaciones como Greenpeace, el Centro Mexicano de Derecho Ambiental y Guardianes de los Árboles consideran que el proyecto presenta diversas irregularidades; por ejemplo, hubo dos manifestaciones de impacto ambiental (MIA), una para el estado de México y otra para Morelos, a pesar de que se trata de un solo proyecto.
Además, la autopista atravesará el área protegida de Ciénegas del Lerma, el corredor biológico Chichinautzin y el Parque Otomí Mexica, por lo que no debió autorizarse.
Un grupo de científicos, entre ellos Francisco J. Romero, de la unidad Xocimilco de la Universidad Autónoma Metropilitana, y el biólogo Fernando Jaramillo enviaron hace unas semanas una carta al presidente Felipe Calderón, a los gobernadores de los estado de México, Enrique Peña Nieto, y de Morelos, Marco Adame Castillo; al jefe del Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, así como a los secretarios de Medio Ambiente, Juan Elvira, y de Comunicaciones y Transportes, Luis Téllez, en la que advirtieron que el proyecto causará daños irreversibles, pues “acelerará el crecimiento urbano de la zona, lo que afectará a mediano plazo la mayor cuenca hidrológica de la región, y comprometerá el abasto de agua de un tercio de los habitantes del país”.
Los especialistas pidieron cancelar la obra “en aras de preservar una región estratégica para el país” y aseguraron que existen otras alternativas viales.
Niegan irregularidades
Las resoluciones del proyecto que emitió la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental de la Semarnat indican que no se violan las leyes ambientales, pues se presentaron dos manifestaciones de impacto ambiental por “cuestiones administrativas”, pero se hizo una “evaluación integral” del proyecto.
La dependencia sostuvo que la obra cumple las normas sobre protección de áreas naturales y especies. Además, se aplicarán medidas como “ahuyentamiento” de animales silvestres y construcción de pasos para desalojarlos, un plan de compensación y restauración del hábitat del conejo teporingo y del gorrión serrano, que están en peligro de extinción.
Indicó que el proyecto no afectará zonas con especies endémicas, sino que “cruzará por áreas donde los procesos naturales han sido alterados significativamente por la tala inmoderada y los cultivos”. Agregó que la autopista se construirá en terrenos donde la infiltración de agua es mínima, por lo que no afectará la recarga de acuíferos.
El gobierno del estado de México anunció ayer que la primera etapa de la construcción comenzará a más tardar en dos semanas. “Sabemos que habrá inconformidades, pero seguimos en pláticas con las comunidades para convencerlas, para que conozcan el proyecto y sepan de sus bondades. Vamos a recuperar toda esa zona, que está totalmente degradada. Ya con la autorización legal no habrá impedimento para ejecutar la obra”, dijo el director de Autopistas, Aeropuertos y Servicios Conexos mexiquense, Manuel Ortiz García.
La carretera, agregó el funcionario, fue concesionada hace cuatro años, en el gobierno de Arturo Montiel. Inicialmente se calculó que la inversión sería de 2 mil 100 millones de pesos; ahora se estima que costará 2 mil 500 millones.
La obra se desarrollará en tres etapas. La primera abarca 10 kilómetros, del municipio mexiquense de Lerma a la ex Hacienda Atenco; la segunda será de ese punto a Tenango del Valle (12 kilómetros). La tercera, de 38 kilómetros, llegará al límite con Morelos, pasando por Xalatlaco, Ocuilan y Malinalco. Los últimos 8.5 kilómetros pasarán por territorio morelense.
Ortiz García reconoció que aún falta liberar el derecho de vía de la mayor parte de la autopista (65 kilómetros), pues sólo se han liberado los primeros 10 kilómetros, por los que Concesionaria Lerma-Santiago-Tres Marías pagó 60 millones de pesos.
La empresa está en pláticas con ejidatarios y comuneros para adquirir los terrenos y espera erogar otros 400 millones de pesos.
Con información de Miguel Ángel García / La Jornada Morelos