Fallo histórico contra ex represor en Argentina
Ampliar la imagen Poco antes de escuchar el fallo de un tribunal en Córdoba, Argentina, el general Luciano Benjamín Menéndez defendió la represión de la pasada dictadura. El militar, juzgado por crímenes de lesa humanidad, fue sentenciado a cadena perpetua que deberá cumplir en una cárcel común Foto: Reuters
Buenos Aires, 24 de julio. En una resolución histórica, el Tribunal Oral Federal 1 de Córdoba condenó a cadena perpetua, para cumplir en una cárcel común, al general Luciano Benjamín Menéndez, uno de los hombres emblemáticos de la dictadura militar que tuvo a su cargo una vasta zona de operaciones con sede en Córdoba, por crímenes de lesa humanidad cometidos en el Centro Clandestino de Detención de la Perla, en esa provincia.
A pesar de esta condena, por el secuestro, tortura y muerte de cuatro militantes en 1977, y de existir otros juicios por diversos crímenes, Menéndez defendió la represión de la pasada dictadura y en su alegato después de justificar sus crímenes sostuvo que “los guerrilleros de los 70 están en el poder” ahora.
Los otros condenados a cadena perpetua son Luis Alberto Manzanelli, Carlos Alberto Díaz, Oreste Valentín Padován y Ricardo Alberto Ramón Lardone. Con penas menores resultaron Hermes Oscar Rodríguez y Jorge Ezequiel Acosta –22 años de prisión– y Carlos Alberto Vega fue sentenciado a 18 años.
Menéndez, quien fue jefe del tercer cuerpo del ejército que abarcó zonas de intensa represión, escuchó en silencio su veredicto al ser condenado por los secuestros y asesinatos en 1977 de Hilda Palacios, Humberto Brandalisis, Carlos Lajas y Raúl Cardozo, militantes del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT).
“Los delincuentes subversivos ensangrentaron el país durante diez años” dijo Menéndez quien sostuvo que Argentina “es el primer país que juzga a sus soldados victoriosos que lucharon y vencieron por orden de y para sus compatriotas”.
Esto provocó la indignación de familiares de víctimas que le recordaron los secuestros, los asesinatos y desapariciones, el robo de niños y las miles de víctimas en el país y en las regiones que quedaron bajo su mando.
“Antes los terroristas estaban en la ilegalidad, ahora pretenden ser ciudadanos atados a la Constitución. Confío en que los guerrilleros de los 70 ahora en el poder no puedan imponer su régimen autoritario”, agregó el acusado.
Estos fueron días intensos en el tema de derechos humanos. La semana anterior fue identificado el ex suboficial de la Escuela de Mecánica de la Armada (Esma) Víctor Roberto Olivera, a quien sus víctimas conocieron como un despiadado torturador bajo el alias de Lindoro.
Fue identificado por los sobrevivientes que lo reconocieron detrás de un vidrio espejado. Carlos Lordkipanidse, Andrea Bello, Víctor Basterra y Osvaldo Barros, revivieron los horrores de la Esma, el mayor centro clandestino de detención en esta capital.
Además otros ex militares quedaron detenidos, el ex oficial Miguel Enrique Clements, (Goyo) y los ex suboficiales Paulino Oscar, Altamira, Daniel Néstor Cuomo y Juan de Dios Daer, todos ellos integrantes de grupos de tareas.
Otro de los hechos impactantes fue el hallazgo en una pared del Casino de Oficiales de la Esma, donde el Instituto Espacio para la Memoria realiza trabajos de restauración, de dos inscripciones que decían 27-12-77 Maggio, y “3/3/78 H.M.”. Descubiertas por trabajadores del IEM son un testimonio irrefutable de que Horacio Maggio, quien fue secuestrado y desaparecido, estuvo en aquel centro del horror.
El joven Maggio, había sido delegado de la asociación bancaria y tenía 30 años cuando los secuestraron. Logró escapar por un tiempo de la Esma y denunció lo que sucedía allí. Lo recapturaron y también a su esposa Norma Valentinuzzi. Ambos están desaparecidos.