■ García Reza niega la privatización; “¿hablamos de un fantasma?”, revira Bartlett
Terminan foros con áspera discusión entre funcionario de Pemex y ponentes
■ El plan de acudir a tribunales foráneos enfrenta a consultores con Jalife-Rahme y Flores Olea
Ampliar la imagen Néstor García Reza, Manuel Bartlett Díaz, Alfredo Jalife-Rahme y Pedro López Elías, durante el último foro de discusión acerca de la reforma energética, en el patio central de la Cámara de Senadores Foto: José Carlo González
“¿Estamos discutiendo sobre un fantasma?”, preguntó el ex senador por el PRI Manuel Bartlett Díaz al abogado general de Petróleos Mexicanos (Pemex), Néstor García Reza, y a legisladores del PAN que ayer, al concluir los foros de debate sobre la reforma energética, insistieron en que la propuesta del presidente Felipe Calderón no privatiza la industria petrolera.
Todas las privatizaciones en el mundo siempre se han hecho con mentiras y ésta no es la excepción, resaltó el político priísta, quien detalló que en las seis iniciativas de Calderón todas las funciones reservadas a Pemex pasan a terceros, que son los que se encargarán de la exploración, explotación, refinación, el transporte y la comercialización del crudo.
“La cuenca gasera de Burgos es explotada por extranjeros y Pemex no está ahí para nada. Qué, ¿eso no es privatizar?”, insistió Bartlett, quien ayer participó en el foro con el que culminó el debate en la Cámara de Senadores, invitado no por su partido, el tricolor, sino por el Frente Amplio Progresista (FAP).
El caballo de Troya
Bartlett, junto con Alfredo Jalife-Rahme y Víctor Flores Olea, se enfrentó al funcionario de Pemex y a tres consultores que defendieron que la paraestatal acepte acudir al arbitraje internacional y a tribunales extranjeros en caso de enfrentar litigios con empresas contratistas.
El embajador Víctor Flores Olea advirtió al funcionario: “Si usted les da una pequeña rendija, se mete por ahí el caballo de Troya”, es decir, en poco tiempo México tendría todas las presiones y exigencias de los extranjeros para que sean ellos los primeros en aprovechar el petróleo de nuestro país.
Esto, porque durante el debate entre ponentes y posteriormente entre éstos y los legisladores, García Reza insistió en que “privatizar sería vender la empresa y sus activos, situación que no existe”. Hoy día, agregó, “se celebran contratos con diferentes empresas nacionales y extranjeras que son únicamente para la mejor consecución de las actividades de Pemex”.
Su postura fue secundada por el senador por el PAN Fernando Elizondo, quien reconoció que si bien los países exitosos han retomado el control de sus energéticos, eso no significa que estén cerrando sus puertas a la contratación.
Con base en ese razonamiento, quien fue secretario de Energía durante el sexenio de Vicente Fox planteó que en lugar de discutir con base en privatizaciones o no privatizaciones, se discuta si es preferible crear empleos en Texas o en la India.
Llamó a no ver al exterior “con complejo de inferioridad, la de inseguridad en nosotros mismos, la de enconcharnos, la de cerrar las ventanas a los vientos de la globalización”.
Alfredo Jalife-Rahme, catedrático de la Universidad Nacional Autónoma de México, le respondió que él no tiene ningún complejo de inferioridad y que en aras de la superioridad sería bueno capacitar, por ejemplo, a los ingenieros mexicanos con el propósito de que adquieran la tecnología para perforar en aguas profundas del Golfo de México.
De lo contrario, agregó, con la entrada de empresas extranjeras a explotar el petróleo, México se convertirá en un “valet parking” de las trasnacionales. No es ningún secreto, afirmó, que Estados Unidos quiere el petróleo mexicano, “lo dicen abiertamente” y hay versiones de que “hasta el Pentágono ya está vigilando nuestros yacimientos”.
Bartlett Díaz, Jalife-Rahme y Flores Olea se confrontaron después con el consultor en materia internacional Miguel Estrada Sámano, quien desde el principio descalificó las intervenciones de los tres por no centrar la discusión en criterios jurídicos y aludir al entorno geopolítico, y los llamó “despistados” por criticar la pretensión de que Pemex se subordine a tribunales extranacionales.
Jalife-Rahme le respondió que su postura “no sólo es reduccionista, sino muy ingenua” desde el punto de vista geopolítico. Le recordó que en diciembre de 1938 el entonces presidente Lázaro Cárdenas rechazó recurrir al arbitraje internacional, lo cual “tira de tajo su postura de que es la panacea para resolver la copropiedad entre las empresas anfitrionas y las extranjeras.
Bartlett, a su vez, le dijo a Estrada Sámano que a lo mejor él está en “kindergarden en cuestiones de tribunales internacionales, pero otros en el kínder en asuntos del petróleo”.
Concluyó así el foro de discusión número 21 que trató sobre Relaciones con compañías extranjeras y jurisdicción de tribunales extranacionales; uno de los 17 temas que 162 ponentes debatieron durante los recientes dos meses y 10 días.
Ayer, como fue la constante en los foros, el tarjeteo de asesores gubernamentales a los legisladores del PAN fue incesante.
En el lugar que ocuparon los diputados del blanquiazul Juan José Rodríguez Prats y Jorge Nordhausen quedó un mensaje escrito a mano, en el que algún asesor les dice: “Si a este ejemplar del PT le ayudan a terminar la primaria y lo desparasitan, puede ser que alcance a darse a entender”.
Uno de los ponentes más felicitados fue Bartlett, aunque la mayoría de abrazos provino de los integrantes del FAP, que por la noche ofrecieron una cena a unos 40 invitados que acudieron al Senado a analizar el contenido de las iniciativas de Calderón.
Al final, el perredista Carlos Navarrete reiteró que el gobierno federal debe reconocer que durante el debate senatorial fueron derrotadas sus iniciativas.