■ Critican que se atribuya el fenómeno a la desaceleración en EU
Caída de México como uno de los destinos más visitados, un “fracaso” del gobierno
La caída de dos posiciones de México en la lista de los países más visitados del mundo evidencia un “rotundo fracaso” de la administración de Felipe Calderón en su apuesta de hacer del turismo un sector estratégico para el país, aseveró Armando de la Garza, presidente de la comisión de convenciones de la Asociación Mexicana de Hoteles y Moteles (AMHM), así como dirigente del ramo en Coahuila.
Criticó que la caída de visitantes extranjeros, principalmente los llamados fronterizos, sea atribuida por las autoridades federales a la recesión económica de Estados Unidos y al incremento en el precio de la turbosina que ha obligado a líneas aéreas de aquel país a cancelar rutas y reducir la frecuencia de vuelos hacia México, pues dijo que ambos fenómenos son recientes y la administración actual está por cumplir su tercer año en funciones.
Así que, insistió, no se tomaron las medidas necesarias para evitar que continuara el desplome de visitantes extranjeros a México, de los cuales la mayor parte corresponde al llamado turismo fronterizo, es decir estadunidenses que sólo cruzan la línea divisoria para visitar las entidades de la región del lado mexicano, comentó en entrevista, a propósito de la reunión que el secretario de Turismo, Rodolfo Elizondo, encabezará mañana lunes con gobernadores de la zona fronteriza.
Sólo así se explica que de tener el octavo hasta principios de año, México descendiera a la décima posición entre los países más visitados del mundo, con lo que se aleja aún más la posibilidad de que se cumpla el propósito del presidente Felipe Calderón de llegar al lugar número 5.
De la Garza insistió en que se requieren cambios estructurales en la política turística, aunque aclaró “no estoy planteando la renuncia del secretario Rodolfo Elizondo”.
Sin embargo, fustigó que el Consejo de Promoción Turística de México (CPTM) no ha emprendido campañas para aprovechar el gran potencial que representan los 47 millones de latinos radicados en Estados Unidos.