■ Entrega 91 registros a nuevas asociaciones religiosas
Soslaya Mouriño el tema de los 108 contratos de ESGES con Pemex
El tema de los 108 contratos entre Petróleos Refinación y el corporativo Estaciones de Servicio del Grupo Energético del Sureste (ESGES), propiedad de la familia de Juan Camilo Mouriño, pasó desapercibido para el secretario de Gobernación, quien durante la entrega de certificados de registro constitutivo a nuevas asociaciones religiosas se limitó a reiterar su respeto por la transparencia, la legalidad y las instituciones.
Por otra parte, el coordinador de los diputados del PAN, Héctor Larios, dijo ayer que el tema de los contratos de Pemex firmados por Mouriño ya fue debidamente aclarado. Si alguien tiene algo irregular que denunciar, que lo denuncie, pero no puede ser que una familia esté impedida a celebrar convenios con empresas públicas.
En tanto, el coordinador de los diputados del PRD, Javier González Garza, cuestionó que la Procuraduría General de la República permanezca callada ante el hecho de que existen esos convenios celebrados entre Pemex y la familia Mouriño. Refirió que la dependencia actúa de esa forma porque en el sistema mexicano es un órgano del Ejecutivo.
Poco antes de que arribara al salón Reyes Heroles de Gobernación, se solicitó entrevistar a Mouriño Terrazo, petición que fue negada en razón de que el secretario tenía un compromiso que debía atender.
En su discurso, señaló que no se puede ni se debe tomar partido en favor ni en contra de ninguna religión, pues el Estado laico exige una postura respetuosa y dialogante desde la neutralidad. Asimismo, destacó el respeto a las instituciones del país y a la cultura de la legalidad; expresiones, dijo, que deben ayudar a difundir las iglesias.
Antes de la entrega simbólica de 91 nuevos registros, el secretario de Gobernación indicó que en el país no hay cabida para los conflictos por creencias religiosas y llamó a crear una cultura de tolerancia, sobre todo en zonas indígenas, ya que las diferencias, lejos de dividir, deben enriquecer y hacer una nación más fuerte.
“Hoy, en un esfuerzo congruente de tolerancia y amistad, debemos afirmar que tanto la concordancia como la discrepancia son el medio natural en que se desenvuelve la democracia, siempre y cuando, sobre las pretensiones políticas, prevalezca el interés superior de la nación.”
Sostuvo que “quienes difieren de buena fe no se constituyen por eso en adversarios. Si aceptamos el pluralismo debemos admitir sus consecuencias y sacar de ellas las mejores ventajas”.
Insistió en que el mejor camino para resolver conflictos y controversias es el apego irrestricto al orden jurídico y reiteró que la no discriminación, la libertad de expresión, pensamiento y religión, forman parte de la columna vertebral de la democracia mexicana.