■ Analista de la CIA alertó en 2002 de esos errores; la Casa Blanca desestimó el criterio: Post
Ignoró Bush advertencia de que al menos un tercio de presos en Guantánamo son inocentes
Ampliar la imagen Tony Snow (derecha), ex portavoz de la Casa Blanca y periodista de radio y televisión, falleció ayer a las 53 años luego de larga lucha contra un cáncer de colon. En imagen de archivo, en 2007 junto al presidente Bush Foto: Reuters
Washington, 12 de julio. El gobierno del presidente George W. Bush ignoró advertencias de la probable inocencia de al menos un tercio de los prisioneros llevados a la base naval de Guantánamo, informó hoy el diario The Washington Post.
Según el rotativo, un analista de la CIA alertó en 2002 a la Casa Blanca sobre el encarcelamiento por error de esos individuos, confinados bajo el calificativo de “combatientes enemigos”.
El experto llegó a tal conclusión luego de hablar con algunos prisioneros en el controvertido enclave, donde tenía la misión de ayudar al Pentágono en la búsqueda de información, según un nuevo libro de la autora Jane Mayer, titulado El lado oscuro, que saldrá a la venta la semana próxima.
Según Mayer, el funcionario sugirió la revisión de los casos de una parte de los trasladados a la base naval de Guantánamo, territorio ocupado por Estados Unidos contra la voluntad de Cuba.
Sin embargo, el gobierno de Bush desestimó el criterio porque desafiaba su política sobre los supuestos terroristas, a quienes el entonces secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, llamó “lo peor de lo peor”, indicó Mayer en su libro.
Mayer apuntó que el analista comunicó su opinión al máximo jefe militar de la instalación, general Michael Dunlavey, quien estuvo conforme, e incluso –precisó– sugirió la posibilidad de una cifra mayor de inocentes recluidos.
Mayer, quien se ha destacado por escribir sobre la detención de supuestos terroristas para la revista New Yorker, indicó que el gobierno preparó el terreno para usar el waterboarding (ahogamiento simulado) y otras técnicas controversiales con una serie de memorandos que dieron a las agencias gubernamentales el poder para manejar a los grupos terroristas.
Más de 200 detenidos siguen en Guantánamo. Uno de ellos, el afgano Mohammed Jawad, denunció que ha sufrido de graves problemas de salud después de haber sido sujeto dos semanas en 2004 a la privación de sueño. Jawad, por medio de su abogado, indicó que perdió 10 por ciento de su peso en esas dos semanas y que comenzó a orinar sangre.
El libro también ofrece nuevos detalles sobre las investigaciones hechas por el Comité Internacional de la Cruz Roja en 2007, en las que se encontró que la CIA daba un trato “catalogado de tortura” en las prisiones secretas de la agencia a los sospechosos de pertenecer a Al Qaeda.