México, sin política eficaz en ciencia, señala Laclette
Una de las principales razones por las que un país pobre debe invertir fuertes sumas en ciencia, tecnología e innovación (CTI) es “precisamente por su condición de pobreza, pues el objetivo final de estos rubros es mejorar las condiciones de vida de la población. La innovación sólo tiene sentido si permite una mejor distribución de la riqueza”, aseguró el coordinador general del Foro Consultivo Científico y Tecnológico (FCCT), Juan Pedro Laclette.
En entrevista, indicó que el país carece de una política eficaz de Estado en CTI, por lo que el FCCT debe impulsar su fortalecimiento, generando reflexión y participación de los tres sectores obligados a involucrarse: gobierno, academia y empresarios.
Actualmente, “la productividad en el país no se incrementa y nuestra competitividad como nación cada año pierde escaños a escala mundial, por ello se requiere hacer confluir a estos actores en una cadena que sume la investigación, el desarrollo y la innovación”.
Dijo que una de las maneras de lograr el fortalecimiento es promover “objetivos programáticos de corto, mediano y largo plazos, que rebasen las barreras sexenales, por medio de un plan de desarrollo en la materia para los próximos 30 años, a fin de borrar la incertidumbre anual de cuál y cuánto va a ser el monto de inversión federal en CTI”.
Mencionó que a nivel gubernamental existen “signos alentadores”, pues al hablar en favor de CTI “ya es parte de un discurso políticamente correcto; sin embargo, ahora necesitamos que se dé el siguiente paso: convertir ese discurso en acciones tangibles que nos permitan avanzar hacia una verdadera política de Estado”.
El recién nombrado coordinador del FCCT –en el que participan representantes de instituciones de educación superior y del sector empresarial y cuyo objetivo es ser un órgano de consulta del Ejecutivo federal y el Conacyt– lamentó que la inversión pública para CTI sea menor al 0.4 por ciento del PIB, muy por debajo del uno por ciento que establece la Ley de Ciencia y Tecnología. Al respecto, dijo que si al final del sexenio se desea alcanzar ese monto, el incremento anual en el rubro debe ser de 18 por ciento, además de que los gobiernos estatales y municipales también deben asignar recursos para tal efecto en sus regiones.
Denunció que el Consejo General de Ciencia y Tecnología “no funciona” y ni siquiera ha sostenido reuniones constantes. Por ello, dijo, hay que exigir que esa instancia “trabaje de acuerdo con lo que define la ley”.