■ Representantes de 600 grupos piden detener el cambio climático
Indígenas piden al G-8 combatir alza de los básicos y castigar acaparamiento
Representantes indígenas de 600 organizaciones de diversos países, entre ellos México, pidieron al G-8 que tipifique como delito el acaparamiento de alimentos, que regule los precios de éstos y reforme las leyes de migración para admitir a los grupos humanos que se ven obligados a abandonar sus naciones por los impactos del cambio climático.
En la llamada Declaración de Nibutani, los delegados indígenas de México, Estados Unidos, Canadá, Australia, Bangladesh, Filipinas, Noruega, Guatemala, Nicaragua, Taiwán y Nueva Zelanda plasmaron su preocupación por el cambio climático, la crisis alimentaria mundial, los altos precios del petróleo, el aumento de la pobreza y la posibilidad de que se tipifique como delito la resistencia indígena contra proyectos que destruyen sus territorios, entre otros temas.
Asentaron que la crisis alimentaria se debe, entre otras causas, al abandono de la producción de cereales y otros alimentos, y al uso de la tierra para el cultivo de agrocombustibles. “Hay un fuerte desplazamiento de nuestras tierras por la expansión de los monocultivos para la producción de agrocombustibles, por la promoción del comercio de derechos de emisión y de los llamados sumideros de carbono en nuestros bosques”, indicaron.
En el documento aprobado en la reunión, que se realizó en Hokkaido, Japón, los delegados indígenas destacaron que es la primera ocasión en que “los pueblos originarios se reúnen para reflexionar sobre los temas abordados por el G-8 y analizar cómo se relacionan con nosotros”.
Apuntaron que otra de sus inquietudes está relacionada con “una mayor extracción de petróleo, gas y minerales de nuestros territorios sin nuestro conocimiento libre, previo e informado, lo cual está provocando más degradación del medio ambiente, desplazamientos forzosos y pobreza, además de la creciente pérdida de los idiomas y culturas indígenas, disminuyendo la diversidad cultural del mundo”.
Los delegados aprobaron presentar 21 demandas públicas al G-8, entre ellas garantizar y facilitar la participación efectiva de los pueblos indígenas en todos los procesos de la convención-marco de la Organización de las Naciones Unidas sobre el cambio climático y formar un grupo de trabajo sobre la adaptación local y las medidas de mitigación; proteger, respetar y garantizar el derecho de los grupos étnicos a la alimentación, subsistencia y a la libre determinación para el desarrollo; detener la promoción de los productos químicos de la agricultura industrial; detener la piratería y robo de los conocimientos tradicionales de los pueblos originarios.
Propusieron la integración de una red de pueblos indígenas para organizar reuniones relacionadas con las cumbres del G-8; erigir tribunales internacionales para conocer y abordar temas que involucran a los pueblos indígenas y resolver cuestiones que no son tratadas adecuadamente por las legislaciones nacionales e internacionales; crear un fondo verde para apoyar los medios de vida tradicionales y respeto al derecho de los pueblos originarios de practicar y disfrutar su historia cultural, así como proteger su patrimonio.