■ Comunicado oficial culpa a oficina de EU de fomentar actividades de la disidencia
Impide La Habana una reunión opositora; arrestan brevemente a varios participantes
■ La Sección de Intereses estadunidense dice que no le informan sobre los actos de la oposición
La Habana, 3 de julio. El gobierno cubano impidió que se realizara este jueves una reunión opositora a puerta cerrada, al detener a algunos de los participantes o poner obstáculos para que otros se movilizaran, informaron fuentes de la disidencia.
Un comunicado oficial culpó a la oficina de Estados Unidos de fomentar actividades opositoras y advirtió que “no tolerará la continuidad de estas provocaciones y acciones ilegales”, mientras que la misión diplomática rechazó estar al tanto de esas acciones.
En el pasado ya se ha registrado la combinación de despliegue policial y acusaciones políticas, pero esta vez el mecanismo coincide con el final de la gestión de tres años del jefe de la Sección de Intereses, Michael Parmly, y del gobierno de George W. Bush.
El activista Elizardo Sánchez dijo que hasta esta noche tenía confirmada la detención de Julio César López, Emilio Leyva, Leonardo Bruzón, Néstor Rodríguez Lovaina y Minaldo Ramos, quienes estaban convocados a la cita del grupo opositor Agenda para la Transición.
Agregó que al menos otros 18 activistas, entre ellos Francisco Chaviano y René Montes de Oca, fueron liberados tras una detención de horas.
La también opositora Martha Beatriz Roque dijo que José Luis García Pérez (Antúnez) fue trasladado por la fuerza de La Habana a la ciudad de Placetas, en la provincia central de Villa Clara, con otras tres personas que también asistirían al encuentro y que algunos más fueron obligados a regresar a sus casas desde terminales de autobuses de provincia.
Por la acción policial unas 40 personas no pudieron llegar a la cita, dijo Roque.
Parmly concluye su misión en Cuba bajo una ofensiva verbal, acusado de involucrarse en asuntos internos al auspiciar y financiar actividades opositoras.
“En las últimas semanas ha tenido lugar una escalada de las acciones provocadoras organizadas y financiadas por la Sección de Intereses de los Estados Unidos”, dijo el miércoles anterior el Ministerio de Relaciones Exteriores, citando contactos entre opositores y funcionarios de esa oficina diplomática estadunidense.
Una declaración similar desembocó hace cinco años en una cadena de detenciones, juicios sumarios y condenas a 75 disidentes a penas de hasta 28 años de cárcel.
Aquella ofensiva, además del fusilamiento de tres secuestradores de una lancha, llevó al gobierno cubano a una polémica internacional, una de cuyas secuelas fueron las sanciones diplomáticas que la Unión Europea levantó el mes pasado.
Pero esta vez no había indicios de que estuviera en marcha una campaña de proporciones similares a las de 2003.
La cancillería aseguró que la oficina estadunidense “está instigando” a realizar “acciones provocadoras en la vía pública alrededor de la fecha del 4 de julio, día de la independencia de Estados Unidos”, aunque se desconocía alguna convocatoria opositora de ese corte.
En respuesta, el Departamento de Estado evitó entrar en detalles, pero rechazó los cargos con su posición habitual: “Deseamos una transición democrática y pacífica en Cuba, apoyamos al pueblo cubano y su deseo de determinar su propio futuro; el gobierno de Cuba es una dictadura que oprime a su gente y el pueblo cubano no necesita influencia de fuera para buscar alivio de esta opresión”.
El portavoz de la oficina diplomática, Gregory M. Adams, dijo que la Sección de Intereses no es informada de antemano de las actividades opositoras, pero admitió, sin ofrecer precisiones, que “apoyamos al pueblo cubano, especialmente a las familias de los prisioneros políticos y de conciencia, en muchos sentidos”.