■ Obra de Zugazagoitia y Castagna

Proponen una metáfora del triunfo del mítico Ulises para sobrevivir

■ Crece la multidisciplinariedad: coreógrafa

Ángel Vargas

La existencia es en sí misma una inesperada y complicada travesía. Hay naufragios, sirenas seductoras, monstruos caníbales y cuando menos un destino permanente al que se anhela llegar. Eso, la sobrevivencia, hace de cada uno de nosotros un héroe.

De ello trata el espectáculo multidisciplinario La mirada de Ulises, concebido y dirigido al alimón por la coreógrafa mexicana Tatiana Zugazagoitia y el compositor argentino Sebastián Castagna, que será presentado este fin de semana en el Teatro de la Danza del Centro Cultural del Bosque: viernes a las 20 horas, sábado a las 19 y domingo a las 18 horas, respectivamente.

Música electroacústica, video, iluminación y danza se conjugan en esta propuesta mediante la que ambos creadores plantean una metáfora que “habla de los sobrevivientes, del triunfo del Ulises –el mítico héroe griego de La Iliada y La Odisea– que habita en cada uno de nosotros”.

Con poco más de una hora de duración e integrada por cinco cuadros y 11 pequeñas escenas, la obra surge como resultado de profundizar en la exploración escénica y estética a la que Zugazagoitia se adentró mediante el Laboratorio de lo Efímero, propuesta con la cual desarrolló piezas cortas de performance e instalaciones en espacios de artes plásticas, conciertos de música contemporánea y foros alternativos para la danza.

A decir de la coreógrafa, quien con este espectáculo celebra 25 años de trayectoria profesional, la creciente proliferación de la multidisciplinariedad en el arte es un fenómeno natural que responde a la dinámica y ritmo de vida contemporáneos.

No es que los lenguajes y disciplinas artísticas ya no satisfagan por sí solos, simplemente vivimos hoy con las posibilidades de utilizar diferentes recursos y tratar de crear espectáculos más integrales, completos, explica la artista.

“En todos los terrenos, las disciplinas puras están rompiendo, las fronteras se empiezan a difuminar. Personalmente, en el ámbito de la danza, mis propuestas han sido siempre muy teatrales, probablemente por mi bagaje natural, de crecer en un ambiente de teatreros.”

En particular, subraya que la danza es una disciplina que siempre ha coparticipado con otro tipo de expresiones, como son la música y las artes plásticas.

“Sólo en un momento rompió con ello, en busca de la danza pura, con coreografías abstractas y el escenario vacío; era el movimiento por el movimiento, que tiene su aspecto maravilloso, pero sólo fue un periodo más. Ahora la tendencia es retomar la mayor cantidad de elementos y herramientas, porque eso nos enriquece y obliga a crecer. Pensar en una danza pura sería a oscuras y en silencio.”

Danza de paz y optimismo

Entrevistados, Zugazagoitia y Castagna enfatizan el aspecto enriquecedor de trabajar de manera conjunta en la creación y la dirección de la obra, tanto para los fines de ésta como en el sentido personal.

Con ello, explican, no sólo se ofrece al público una visión más amplia de emociones, ideas y sentimientos, sino que cada uno de los aspectos que integran la pieza cumple una función determinada y nada funciona sólo como acompañamiento.

Periplo íntimo, sobrecogedor, La mirada de Ulises es descrita por sus autores como “una danza de paz y optimismo” en la que los espectadores se verán y se sentirán involucrados en varios de los pasajes.

“Son imágenes poéticas muy fuertes, emotivas, que tienen que ver mucho con nuestra naturaleza como creadores, una naturaleza predominantemente emotiva y emocional, más que buscar privilegiar lo intelectual.”

El elenco de la obra está integrado por la propia Zugazagoitia, Fátima Núñez, Ana Clara Flores y Nicolás Flores, además, se contará con la participación del flautista Joaquín Melo, como invitado.