■ Anunciaron los tres últimos conciertos de Quilapayún en su gira por México

El legado de Allende une a toda AL en la lucha por la justicia

■ El presidente derrocado se erige como emblema de la democracia a escalas regional y mundial, dijo integrante del grupo

■ Cantarán al aire libre, a un costado de la Alameda Central

Arturo Jiménez

En la transformación democrática experimentada desde hace unos años por la mayoría de los países latinoamericanos, tras el arribo de diversos gobiernos de izquierda, el presidente chileno Salvador Allende se consolida como una “figura emblemática”, no sólo regional sino mundial.

“Los procesos democráticos en esos países son cada vez más sólidos y consecuentes, y si bien hay diferentes tendencias políticas, en el fondo lo que nos une a todos son precisamente esos principios democráticos y la búsqueda de mayor justicia”, dijo Eduardo Carrasco, director del grupo chileno Quilapayún.

“La importancia de su figura va más allá de lo político contingente. Allende simboliza, por un lado, los anhelos de justicia de nuestro pueblo, pero también el respeto a la democracia, el compromiso irrenunciable con ella hasta el punto de entregar su vida por salvar su gobierno democrático.

“Su figura va más allá de nuestra patria y une a todos los hombres que luchan por la justicia social, pero también por la democracia. Las dos cosas unidas forman el legado de Allende.”

Además del primer concierto del 27 de junio y de un segundo para la noche de este jueves, en el teatro Metropólitan, Quilapayún ofrecerá dos presentaciones más a cielo abierto, “para el pueblo mexicano”: el sábado en la noche y el domingo al medio día en la calle de Doctor Mora y avenida Juárez, a un costado de la Alameda Central.

La gira de Quilapayún –grupo que tiene otra versión y que ambas se encuentran en litigio por el uso del nombre, el cual se dirime en tribunales de Francia–, forma parte de las actividades en México para conmemorar el centenario del nacimiento de Allende, derrocado y asesinado por un golpe de Estado en 1973.

A la conferencia de prensa, efectuada ayer en el Teatro de la Ciudad, asistieron tres de los integrantes de Quilapayún: Carrasco, Hernán Gómez y Carlos Quezada, acompañados de José Ávila, del grupo mexicano Los Folkloristas, que también se presenta en los conciertos.

Una sorpresa para el presidente

“Nuestra vida está enlazada de una manera profunda e íntima con Salvador Allende”, compartió Carrasco, quien recuerda que a finales de los años 60 lo acompañaron en sus recorridos como candidato presidencial de la Unidad Popular.

“Estuvimos muy cerca de él en muchos actos, cantando. Ahí lo conocimos, detrás del escenario, antes de actuar. Muchas veces tuvimos la oportunidad de conversar con él, cambiar impresiones sobre lo que estaba pasando en Chile.”

Y recordó una anécdota en la que el embajador mexicano en Chile, Gonzalo Martínez Corbalá, los invitó a su casa durante el mes de junio para darle un “regalo sorpresa” al presidente Allende, durante una recepción en su honor por su cumpleaños.

Para ello, los integrantes de Quilapayún de ese entonces tuvieron que esconderse detrás de las cortinas hasta que llegaron los invitados y el propio presidente, quien se mostró muy contento por el detalle y el recital privado.

“Ese fue el último cumpleaños de Salvador Allende, por eso adquiere especial significación, pues el presidente murió el 11 de septiembre de 1973”, dijo Carrasco, y agregó, como otro detalle, que Hernán Gómez también nació un 26 de junio, como el propio Allende.

Los tres últimos conciertos de Quilapayún en México serán este jueves a las siete y media de la noche, en el teatro Metropólitan; el sábado a las 20 horas, a un costado de la Alameda Central, y el domingo a las 12 horas, en el mismo lugar.